La compatibilidad en un sistema de ordenadores es conocida como la armonía que se debe establecer entre los elementos de un sistema con el fin de obtener una respuesta adecuada a las expectativas de la mayoría de los usuarios. Existen cuatro tipos de compatibilidad:
– la compatibilidad espacial en lo referente a las características físicas y la disposición en el espacio de los elementos;
– la compatibilidad de movimiento en relación al sentido del movimiento;
– la compatibilidad conceptual de las representaciones cognitivas, algunas veces con marcado acento cultural, que poseen los usuarios sobre el significado de la información;
– y la compatibilidad temporal que relaciona los tiempos de los distintos elementos del sistema.
La utilización de los principios de compatibilidad permiten:
1. Un aprendizaje y entrenamiento más rápidos.
2. Menor riesgo de accidentes.
3. Mejores repuestas ante situaciones de fatiga y sobrecarga.
4. Más rapidez y precisión en el control.
Fuente: Apuntes de Ergonomía de Pedro R. Mondelo, Enrique Gregori – Pedro Barrau, Ediciones UPC