Tareas de los ordenadores personales
La pantalla del ordenador es un dispositivo informativo de características propias, ya que el operador
se enfrenta a tres tareas visuales:
1. Lectura de la pantalla
2. Lectura de documentos
3. Lectura del teclado
El contraste entre las imágenes y textos en la pantalla sobre su fondo puede estar afectado por los reflejos de distintas fuentes de luz, si el ordenador no ha estado bien situado, además de poder llegar a producir deslumbramientos.
Generalmente la permanencia frente al ordenador es largo y frecuente, y el cambio continuado de enfoque debido a la variación de la distancia visual sobre los objetos observados (pantalla, documento, teclado) obliga a un proceso constante de acomodación del cristalino y de funcionamiento de los mecanismo de adaptación, debido a la variación del brillo de estos objetos; si para evitar esta diferencia tan notable entre los brillos de la pantallla y del papel se utilizase el fondo blanco en la pantalla nos encontraríamos con el fenómeno del centelleo, posiblemente más molesto aún, cuando su frecuencia es inferior a la frecuencia crítica de fusión retiniana.
Se recomienda un nivel de iluminación de 500 lux sobre los documentos y el teclado, y una relación de brillos entre los caracteres y el fondo de pantalla de 6:1, mientras que la luminancia del fondo de la pantalla no debe ser inferior a 10 candelas/m2.
Las pantallas deben situarse lejos de la luz del día y, si fuese posible, paralelas a dicha fuente, jamás frente a ventanas abiertas que deslumbrarían al operador, y tampoco con ventanas abiertas a las espaldas de éste.
Fuente: Apuntes de Ergonomía de Pedro R. Mondelo, Enrique Gregori – Pedro Barrau, Ediciones UPC