Metodología personal en la práctica educativa

La sistematización y caracterización de la práctica educativa permite reconocer la metodología personal de trabajo, esto es, lo que se hace como pasos ordenados, intencionados y que buscan un producto específico.

Ahora que ya se tiene la habilidad de reconocer y diferenciar lo que es educativo de lo que no lo es, es posible que los pasos seguidos en la práctica se muestren gracias a su recurrencia en los registros, y también es posible darles una secuencia. Es aconsejable, en este momento, realizar esquemas, diagramas, gráficos u otro tipo de ayuda visual, como un cuadro de doble o triple entrada, en los que podamos mostrar esos momentos o secuencia metodológica, acompañados en el mismo espacio gráfico de lo que se produce y hasta de su intención, es decir, ahora sí podemos reconstruir nuestra metodología y analizar su lógica.

Aún más, podemos constatar cuáles de esos pasos son los más necesarios o imprescindibles en esa práctica, pasos sin los cuales no existiría como tal, y cuáles de ellos producen o se acercan a lo educativo. Con la metodología y sus puntos nodales identificados, es posible proponerse, ahora sí, el intervenir la práctica para transformarla y mejorarla.

Autor: Luciano González Velasco, Coordinador académico de la Maestría en Educación con Intervención de la Práctica Educativa de la Secretaría de Educación.