Limpieza húmeda
Los métodos húmedos de limpieza requieren una atención escrupulosa tanto del estado sanitario del agua como de los equipos, así como la eliminación adecuada de los desechos y cuidados posteriores del producto lavado que tiene que ser secado o centrifugado para que quede en condiciones adecuadas a un tratamiento posterior, o bien para el almacenamiento.
El agua de lavado puede producir en sí misma contaminación particularmente cuando, como es frecuente, se practica la reutilización del agua. En este sentido el agua a utilizar debe ser limpia, potable, clara, incolora, insípida, inodora, exenta de iones tóxicos y aceptables bacteriológicamente (menos de 19 microorganismos por ml).
Fuente: Apuntes de Industrialización de frutas y hortalizas de la UNIDEG