Botellas y recipientes de vidrio
Si bien el trabajo original de Nicolás Appert fue realizado con botellas de vidrio cerradas con corchos, el empleo del vidrio como material de envasado no ha crecido tanto como el de la hojalata.
Esto se debe esencialmente al hecho de que no es posible manejar recipientes de vidrio, dondequiera que sea, al mismo ritmo que los botes de hojalata. En el Reino Unido el vidrio se reserva para mermeladas, encurtidos, salsas y alimentos infantiles aunque en diversos países europeos se presentan atractivos envases de frutas y hortalizas en recipientes de vidrio.
El formato más adecuado de los envases de vidrio para frutas u hortalizas es el cilíndrico; alto y con el cuello ancho pero con el diámetro del terminal de cierre más estrecho que el cuello. Las tapas se hacen de acero dulce o de aluminio con una junta adecuada de goma, pudiendo ser de los tipos «twist-off» o «pry-off«. El problema más importante que tiene el tipo «twist-off» es que puede abrirse para su venta al por menor y se contamina; el manejo de las conservas caseras en recipientes de vidrio es otro riesgo y se recomienda no volver a cerrar el envase una vez abierto, en especial con alimentos poco ácidos.
Los tarros de cristal en forma patentada «Kilner» se usan ampliamente en conserva casera de frutas. Hay que tener un cuidado esmerado al conservar hortalizas en casa porque requieren un proceso presurizado. Los envases de vidrio grueso exigen un tiempo de esterilización considerablemente mayor que las latas.
Fuente: Apuntes de Industrialización de frutas y hortalizas de la UNIDEG