Foro global de organizaciones no gubernamentales
Este foro, que reunió a unas 7,890 ONG de 165 países del mundo, durante todo el proceso de Cumbre de la Tierra y su culminación en 1992, marcó de igual manera un nuevo rumbo en las actividades de los grupos civiles participativos, al lograr medidas para mejorar y reforzar un conjunto de redes de enlace y coordinación.
Los objetivos propuestos se alcanzaron en buena medida. El logro principal de la reunión fue el haber conseguido la vinculación de las ONG regionales y mundiales; así como el establecimiento de una serie de tratados internacionales entre las ONG y la coordinación de un sistema de redes de enlace e intercambio de información.
El foro también enfrentó problemas. Si la diversidad de organizaciones fue considerada como un logro importante, también resultó ser su debilidad las ONG tenían más problemas que las delegaciones oficiales en llegar a acuerdos sobre los convenios.
Los grupos también llegaron con diferentes agendas; los del norte, especialistas en la conservación de las especies, tenían dificultad al tratar con cuestiones de desarrollo.
Cinco años después de la Cumbre de la Tierra, durante la evaluación de los compromisos contraídos en esta conferencia mundial, se ha percibido en todo el mundo un relajamiento en la participación social de las ONG para incidir en las políticas ambientales y en el cuestionamiento de la globalización económica en los ámbitos internacional y nacional.
Aunque, por otro lado, muchas organizaciones se han abocado a la capacitación y educación ambiental ya la promoción de proyectos productivos sustentables.
Por su parte, las grandes empresas transnacionales se han venido pintando de verde y, de la misma manera en que nos venden su productos por todo el mundo, también nos venden las ideas para homologar las leyes, las normas, la comida, los medios de comunicación, la cultura, etc.
Muchas de estas empresas tienen más poder que los gobiernos de algunas naciones y contrariamente a lo que debería de haberse fortalecido después de Río de Janeiro para contrarrestar estas nuevas formas de poder hegemónicas, la participación social decayó en todos los países.
Hoy la discusión y el análisis de los grandes problemas globales se efectúan por internet, reafirmando en los países no industrializados las diferencias entre las ONG del norte y las del sur y, peor aún, es el contagio que algunas organizaciones del sur tienen de esta forma de discutir, dejando a muchas, organizaciones fuera de la jugada debido a las carencias en infraestructura y recursos, creando grupos hegemónicos que suelen ser tan autoritarias como las empresas transnacionales.
Y, hasta ahora, algo que queda muy claro es que ninguna organización puede pretender representar al conjunto de los ambientalistas, pues éstos temen por igual a las estructuras homogeneizantes como a las teorías únicas.
Una de las discusiones en el ámbito internacional e s cómo incluir nuevamente la gran diversidad de posiciones de todas las ONG (del norte y del sur), que han venido participando en los asuntos ambientales globales.
Por otro lado, y como experimento único en el mundo , la sociedad mexicana ha incursionado en una nueva forma de participación social, la Comisión de Cooperación Ambiental del Tratado de Libre Comercio, la cual, por cierto, es tan joven que es dificil aún tener una idea clara de los resultados que este espacio genere.