Nasofaringe
Paredes:
En la pared anterior de la nasofaringe destacamos las coanas, que son los orificios de entrada a la nariz y que están limitados por los huesos esfenoides y vómer por arriba, el hueso palatino por abajo, y la apófisis pterigoides por los laterales.
La pared superior, inclinada hacia abajo y hacia atrás, y la pared posterior, casi vertical, se continúan una con la otra describiendo una curva cóncava. Entre ambas paredes tenemos una agrupación de folículos cerrados, la amígdala faríngea.
En las paredes laterales, destacamos sobre todo el orificio de la trompa auditiva (de Eustaquio), rodeada por una porción cartilaginosa, el rodete tubario, y por una porción mucosa, que forma los pliegues salpingopalatino y salpingofaríngeo. Éste último forma el llamado receso faríngeo (fosita de Rosenmüller).
La mucosa que rodea el orificio representa además un grupo de folículos cerrados, la amígdala tubaria.
La pared inferior está conformada por el velo del paladar.
Musculatura:
Elevador del velo del paladar: Va desde la porción medial del cartílago de la trompa auditiva hasta el velo del paladar (aponeurosis palatina). Lleva el paladar blando hacia atrás y arriba, abriendo al mismo tiempo el orificio de la trompa auditiva. Está inervado por el nervio vago.
Tensor del velo del paladar: Va desde el borde lateral de la trompa auditiva, rodeando el gancho de la apófisis pterigoides, para insertarse en la aponeurosis palatina. Tensa el paladar blando. Está inervado por el nervio mandibular.
Sobre la aponeurosis palatina, se trata de una membrana fibrosa en continuación de la bóveda palatina, que constituye la mitad anterior del velo del paladar.
Los músculos del velo están además cubiertos por una serie de capas aponeuróticas y de una capa mucosa.