Envases

Las empresas procesadoras de alimentos que venden sus productos a granel pueden sufrir pérdidas económicas, debido a los riesgos que supone transportar el alimento a grandes distancias y con una manipulación inadecuada.

El conocimiento de técnicas adecuadas de envasado y empaque resulta, por tanto, muy importante y puede convertirse en un medio para aumentar los ingresos, reduciendo las pérdidas y proporcionando valor agregado al alimento procesado, volviéndolo más atractivo y competitivo en el mercado.

La diferencia entre envase y empaque es que el envase actúa como recipiente, y contiene en la etiqueta la información necesaria para describir el producto, en cambio el empaque protege a los envases contra ruptura, aplastamiento, u otro factor durante su distribución o transporte.

Las decisiones sobre el tamaño de los frascos, tipo de envases, el período de expiración, el etiquetado y la propaganda, se determinarán de acuerdo al tipo de consumidor, mercado al cual el producto esta destinado, las condiciones climáticas y la disponibilidad local de materiales.

Por ejemplo en países de climas húmedos y tropicales, el envase debe ofrecer buena protección debido a que en estas condiciones los alimentos se deterioran con rapidez.

La mayoría de los productos se envasa en frascos de vidrio, aunque cada vez se está haciendo común el uso de envases y bolsas de plástico. También el envasado en cartón laminado presenta grandes posibilidades debido a su menor costo y reducción de costos de flete por el menor peso. Debido a que la disponibilidad de envases de vidrio es menor en algunos países, es común el uso de envases reciclados, pero en el uso de envases de vidrio reciclado se deben tomar en cuenta medidas de precaución, inspección y limpieza.

Uno de los principales roles del envasado y el empaque consiste en reducir al mínimo el riesgo de contaminación y prevenir el crecimiento de microorganismos en el producto después del procesamiento, lo cual se alcanza protegiendo al alimento de la contaminación externa y previniendo el desarrollo de un ambiente dentro del envase que sea propicio para el desarrollo de microorganismos.

La presencia de suciedad y polvo sobre los alimentos puede aumentar la proporción de deterioro, porque pueden traer consigo microorganismos. Además, si la suciedad o el polvo resultan evidentes se reduce la posibilidad de vender el producto.

La luz también puede causar pérdidas por sus efectos en el color, por esta razón para los productos grasos, vinos y cervezas se recomienda envasarlos en recipientes oscuros.

El envase debe proteger al producto de diversos efectos nocivos, un buen envase permite que el producto llegue en buenas condiciones a los consumidores. El tipo de envase depende de la naturaleza del producto, de su tiempo de vida, de las condiciones de transporte, del almacenado, del mercado final y de las leyes alimentarias locales. Si el alimento se va a consumir cerca del lugar en el que se produce o inmediatamente después de su procesamiento, puede que requiera solo un envasado simple e incluso no necesitarlo.

Un buen envase debe respetar las leyes locales sobre alimentos y etiquetado, que pueden demandar. Es importante incluir información sobre peso neto, productor, tipo de alimento, fecha de vencimiento entre otros.

Se debe tratar de estandarizar el envasado al máximo, pues así se podrán comprar mayores cantidades a precios más económicos, elegir materiales rentables y fabricados localmente, y si es posible elegir envases que puedan ser reutilizados.

Por ejemplo en el caso de frutas y vegetales deshidratados pueden usarse bolsas de polietileno que son baratas y fáciles de conseguir. Sin embargo el polipropileno asegura mayor protección y prolonga el período de almacena-do. Las bolsas de plástico pueden sellarse doblando el borde sobre una hoja de sierra (si es usada mejor) y pa-ando la orilla doblada en el fuego.

Al inicio el aspecto no será tan presentable comparándolo con una selladora a calor, pero con la práctica se podrán alcanzar resultados aceptables a la vista. También se puede fabricar una máquina sencilla para sellar bolsas de plástico mediante presión usando dos rodillos calientes forrados con cinta especial para evitar la adhesión del plástico, en este caso se puede calentar los dos rodillos con electricidad o un fierro caliente.

Fuente: Organización y Gestión/ En: Procesamiento de alimentos para pequeñas y microempresas agroindustriales/ Unión Europea, CIED, EDAC, CEPCO.