Trabajo por cuenta propia
La idea del derecho del trabajo no pudo surgir en los siglos de la esclavitud, porque el esclavo era considerado una cosa que, como tal, no podía tener o ser titular de derechos.
El mundo antiguo, y específicamente a Roma, le bastaba el derecho civil, norma que regulaba la compra-venta y el arrendamiento de los esclavos, de los caballos y de todos los animales de carga. Al aumentar la población esto provocó una mayor demanda de satisfactores y no creciendo el número de esclavos, se agrava la condición de los no-propietarios, los hombres libre s se dieron en arrendamiento con el fin de que los arrendamientos pudieran usar su energía de trabajo.
En el siglo XX se gestó el derecho del trabajo como consecuencia de la división que el sistema económico y la burguesía produjo entre los hombres, también por la lucha de la clase obrera y de los esfuerzos de los pensadores.
Este proceso culmina primero en América con la declaración de Derechos Sociales de nuestra constitución de 1917 y en Europa más tarde en la constitución Alemana de Weimar de 1919. El derecho del trabajo supera al pasado y se presenta a los hombres como «un derecho de la clase trabajadora para los trabajadores».
El poder desempeñar por cuenta propia una actividad es entender que se tiene la capacidad suficiente para garantizar la calidad del producto acabado que se entregue en venta o saber administrar el tiempo y la economía que se requieran para percibir las ganancias necesarias y así firmar que la ocupación personal sí es un buen negocio.
Un poco de historia te hará recordar que la liberta d que hoy disfrutas para desempeñar una labor se ampara legalmente en el artículo 5° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que dice: «A ninguna persona podrá impedírsele que se dedique a la profesión, industria; comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos».
Esta conquista causó en nuestro país muchos sufrimientos hasta lograr el reconocimiento que hoy tiene en nuestra carta Magna.
Un viejo adagio dice «El mejor empleado es el que se independiza». Por tu edad, estás en la disyuntiva de abandonar o elegir una de las dos ofertas que se presentan, trabajo o estudio. El tiempo y las experiencias personales te darán la oportunidad de elegir o tomar una decisión, nuestra intención o nuestro consejo es que la decisión que tomes sea la mejor y en ella te mantengas, porque cuando se tiene el deseo de triunfar siempre se encuentra el camino.
Es bueno recordar que los gobiernos federal, estatal o municipal apoyan a lo que se suele llamar microempresarios y existen para este grupo de personas normas y reglas que motivan, estimulan y alientan a quienes desde temprana edad incursionan en el campo de la economía con sus propios recursos
Actualmente, por diversas causas, es común observar en avenidas importantes en los cruceros de las ciudades de mayor población personas distintas edades ofreciendo sus servicios o productos a los automovilistas. Es cotidiano ver verdaderos, limpia brisas, acróbatas, malabaristas y pedigüeños; constituyendo estas actividades una modalidad del trabajo informal o subempleo, y la desocupación. Es necesario que nuestras autoridades tomen conciencia de esta situación ya que generan problemáticas de diversas índoles, las cuales son dignas de un estudio especial para conocer sus causas y darles solución.
Fuente: Apuntes de Legislación de la Unideg