Transformación de la cultura organizacional
La calidad y la productividad son asuntos de la transformación cultural más que de la tecnología. De nada sirven los buenos sistemas y las herramientas de calidad si las personas que deben aplicarlos no les conceden valor o si no son acompañados de las actitudes apropiadas para la mejora continua.
El cambio cultural hacia la calidad y la productividad abarca muchos aspectos del diseñó, estructuración y dirección de toda la empresa y por ello es de interés para los niveles más altos de la organización y desde la mejor perspectiva, que radica en la sencillez para incorporar nuevos conceptos, actitudes y comportamientos.
Tal vez como la explica el doctor Ezna Vogu el de la Universidad de Harverd: «Si algo puede explicar el milagro japonés es su gran humildad para aprender».
El verdadero ejemplo del Japón fue su capacidad para transformar su milenaria cultura tradicional e imperial en una de innovación y alta participación.
El nuevo concepto de calidad se adapta con eficacia a la sociedad japonesa, caracterizada por la disciplina y la destreza de la mano de obra y los programas que se implantaron cambiaron dramáticamente las actitudes y los puntos de vista hacia la calidad de los productos japoneses en sólo treinta años.
No hay otros países como México, sus condiciones son únicas e irrepetibles, como lo son las de las demás naciones. El reto consiste en entender esas características e incorporar la calidad y la productividad como uno de los valores nacionales, organizacionales y personales.
Una difícil tarea, ni duda cabe, pero si Japón lo puede hacer levantándose de los escombros de la guerra ¿por qué no podrá hacerlo México para salir de la crisis económica de los últimos años?.
A continuación se presenta como ejemplo de los cambios culturales la transición de lo que se han denominado la pequeña «c», es decir del control clásico de calidad de los productos, hacia la gran «C», que se refiere a la calidad total de productos, servicios, procesos y prácticas de naturaleza técnica y administrativa, junto con la calidad de vida laboral.
Fuente: Apuntes de la materia de Administración I / Unideg