Tumores óseos y neoplasias
Tanto los tumores óseos benignos como malignos y diversas neoplasias de la edad pediátrica se pueden presentar con dolor óseo.
Tumores benignos: osteoma osteoide, condroma, osteocondroma.
Se presentan con dolor óseo localizado y progresivo, aumento de volumen o fractura patológica, sin evidencias de compromiso del estado general.. El osteoma osteoide se caracteriza por dolor profundo, de predominio en extremidades inferiores con exacerbación nocturna y buena respuesta a aspirina o AINES. El diagnóstico es radiológico y la cirugía es curativa.
Tumores óseos malignos: osteosarcoma, sarcoma de Ewing
Son habitualmente de rápida evolución, con dolor localizado al que se puede agregar masa sensible y compromiso del estado general progresivo. El diagnóstico es radiológico.
Neoplasias: leucemia linfática aguda, linfoma , neuroblastoma
La leucemia linfática aguda se puede presentar exclusivamente con dolor óseo, artralgias de intensidad progresiva o aumento de volumen periarticular, los que pueden preceder por días, semanas o hasta varios meses a las manifestaciones clínicas habituales de esta enfermedad y a la presencia de blastos en sangre periférica.
La intensidad del dolor y el compromiso funcional progresivo, aún con hemograma normal, pueden orientar al diagnóstico y son de utilidad el estudio radiológico, la cintigrafía ósea y el mielograma.
El neuroblastoma y algunas variedades de linfoma pueden presentarse con dolor óseo o artralgias intensas.
Fuente: Manual de pediatría por el Dr. Eduardo Talesnik G. de la escuela.med.puc.cl