Retorno astronomía

Es la fase del vuelo espacial en la que una nave debe abandonar su órbita para volver a la Tierra. La primera operación necesaria para la maniobra de retorno es la reducción de la velocidad orbital que, para una astronave que vuela en una órbita a unos 200 km de altura, se encuentra sobre los 28.000 km/h. Para obtener la reducción de esta enorme velocidad se accionan los llamados Retro-cohetes, que actúan en sentido opuesto al del desplazamiento y ejercen un efecto de frenado.

En las astronaves de la primera generación el retorno se producía por caída libre: una vez agotado el efecto de frenado de los retro-cohetes, la cápsula caía, atraída por la fuerza de gravedad de nuestro planeta, precisamente como un meteoro y el descenso rápido era detenido por el efecto de freno de la atmósfera y, en la última fase, por un paracaídas. Con la introducción de la lanzadera espacial es posible, en cambio, entrar en la atmósfera planeando como un avión.

Los problemas surgidos por el retorno son esencialmente dos. Ante todo el encendido de los retrocohetes debe producirse en un punto de la órbita y durante un tiempo precisamente establecido, con el fin de centrar el lugar del descenso. Para cada misión se programan algunos corredores de retorno, es decir, algunas trayectorias parabólicas de descenso que llevan de la órbita a lospuntos de aterrizaje prefijados (son más de uno por la eventualidad de malas condiciones meteorológicas u otras exigencias que impongan descartar un lugar).

En segundo lugar, la nave debe estar adecuadamente protegida de las altísimas temperaturas que se desarrollan por el roce con la atmósfera – más de 15.000 grados Celsius – y que podrían quemar completamente los materiales más resistentes. Con este fin el vehículo está provisto de un escudo, compuesto por una resina especial que se vaporiza lentamente con el aumento de la temperatura, disipando así el fortísimo calor producido por el roce.