Ingresos de las familias
La Encuesta Nacional de Ingresos realizada en el tercer trimestre de 1989, distribuye en deciles a todos los hogares de una muestra del país. Se señala que en este período, los ingresos monetarios trimestrales de los hogares del primer decil en promedio eran de dos dólares, mientras que los ingresos promedio en el décimo decil eran de 1,363 dólares. De otra forma, la encuesta refleja que el 10 por ciento de los hogares más ricos -decil 10-percibían el 46.79 por ciento de los ingresos totales, mientras que los hogares del primer decil -el 10 por ciento más pobre- percibían el 0.0 6 por ciento del total de los ingresos de la muestra. En 1983 las diferencias entre el primer decil y el décimo decil sólo eran de 57 veces y el décimo decil percibía el 35.2 por ciento mientras que el primer decil percibía el 0.6 por ciento del total de los ingresos monetarios.
Las mejoras observadas en ciertos indicadores económicos no se han traducido aún en mejoras concretas en el nivel de vida de la población. Este hecho ocasionó que el Estado instrumentara una estrategia específica para el Combate a la Pobreza en la que el gasto público se orienta hacia los grupos más depauperados. Esta política ha cobrado su máxima expresión a partir de 1988 con el Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL).
A través del PRONASOL se reconoce formalmente la existencia de 24 millones de mexicanos viviendo en condiciones de pobreza y 17 millones más en condiciones de pobreza extrema, entendida ésta como la situación de un grupo familiar que no alcanza a satisfacer ni el 60 por ciento de sus necesidades básicas. En conjunto ambos grupos representan alrededor del 50 por ciento de la población y están integrados por campesinos e indígenas asentados en zonas rurales áridas y semiáridas así como habitantes de colonias populares del medio urbano.
En el trienio 1988-1991, el gasto social alcanzó un aumento acumulado que representa el 40.7 por ciento respecto al total del gasto programable y participó con 57.6 por ciento en la inversión física del gobierno federal. Solidaridad participó en 1991 con el 6.8 por ciento del gasto programable de la administración pública central, con 50.3 por ciento de la inversión presupuestada directa del gobierno federal y, con 87.3 por ciento del total de la inversión en desarrollo social de la administración central.
El programa IMSS-SOLIDARIDAD apoyó la construcción de 341 unidades médicas rurales de primer nivel en 1989 y 417 unidades de primero y segundo nivel en 1990, con lo que se aumentó 32.6 por ciento la infraestructura instalada hasta 1988. Asimismo, en 1990 se inició la construcción de 7 hospitales regionales y en 1991 se construirían 230 unidades médicas rurales más. Del mismo modo, en 19 89 el programa SSA-SOLIDARIDAD construyó 122 centros de salud y 24 hospitales, así como mejoró y rehabilitó 693 unidades médicas rurales y 80 hospitales.
En 1990 edificó 160 centros de salud y 22 hospitales y rehabilitó y mejoró 502 centros de salud y 35 hospitales. Finalmente, para 1991 se tenían planeado construir 44 hospitales e instalaría 84 centros de salud. A su vez, SOLIDARIDAD ha desarrollado obras en el sector educativo, alimentación y abasto, agua potable y alcantarillado, electrificación rural y urbana y múltiples programas más.
En el periodo de 1978 a 1988, el Producto Interno Bruto por habitante (PIB/A) a precios de 1980, presenta tres momentos importantes, el primero de 1978 a 1981, en el cual se observan tasas de crecimiento anual superiores al 5.9 por ciento; posteriormente, se manifiesta un periodo de crisis en 1982 y 1983 con tasas decrecientes de -2.9 por ciento en 1982 y de -10.3 por ciento en 1983, y finalmente, de 1984 a 1988 se da un periodo de estancamiento con cifras negativas llegando al -4.1 por ciento en el año de 1987. En 1989 se inicia una nueva fase de crecimiento al lograrse un 3.9 por ciento; 4.4 por ciento en 1990, 3.6 por ciento en 1991 y 3 por ciento en 1992.
Fuente: Apuntes de Legislación de la Unideg