Movimiento propio
Es el pequeñísimo desplazamiento de una estrella con respecto a las otras, causado por el movimiento de cada una en el espacio. Por efecto del movimiento propio de cada estrella, la forma de las constelaciones varía en el tiempo, aunque son necesarios algunos siglos para poder apreciar este cambio.
El movimiento propio de las estrellas se mide en segundos de arco por año y, dadas las enormes distancias entre las estrellas, es tan pequeño para cada estrella que, en promedio, se halla alrededor de una décima de segundo de arco por año.
El movimiento propio más notable de una estrella es el de la estrella de Barnard, que alcanza los 10,27 segundos de arco por año. Otras estrellas con movimiento propio muy marcado son las de Kapteyn, la Groombridge 1830 y la Lacaille 9352.
El movimiento propio de una estrella es la medida del cambio de su posición en el cielo en el tiempo después de que el movimiento impropio es considerado. Es una medida indirecta de la velocidad transversal de la estrella con respecto a la Tierra. Esta contrasta con la velocidad radial, que es la medida del cambio de la distancia desde o hacia el espectador en el tiempo.