Práctica docente en escuelas secundarias
La educación secundaria es un nivel donde los procesos de enseñanza-aprendizaje se revelan de manera diversa y compleja. Ahí los alumnos asisten a ocho sesiones diarias de 50 minutos con otros tantos profesores que, en la cotidianidad de la jornada, van construyendo una dinámica y una atmósfera que rebasa el tiempo que se encuentran cada uno de ellos en el aula.
Además, las personalidades, los contenidos, las metodologías y los estilos didácticos de los profesores se diferencian, haciendo de la vida en el aula un espacio complejo, dificil y a veces un tanto incomprensible; sin embargo, la lógica interna de las conductas de maestros y alumnos está sometida a una lógica de control, de disciplina, de orden y de obediencia.
Desde las 7:00 de la mañana en el turno matutino, en que llegan con el frío y el sueño en los ojos, hasta las 13:00, con el cansancio y el eco de los gritos y bromas de los muchachos, los profesores estructuran su acción educativa en un marco de control. La existencia de listas de firmas, planes de clase, prefectos por áreas para resguardar el orden de los salones y corredores; y en el aula la lista de asistencia, los reportes con formatos ya establecidos, las anotaciones de los trabajos hechos en clase, las anotaciones de participaciones en el aula, los exámenes de prueba objetiva, los gabinetes de psicopedagogía u orientación educativa que buscan orientar y prevenir las conductas «antisociales» de los alumnos, nos hablan de un contexto escolar dominado por la normatividad y el control.
La vida de las escuelas secundarias está a diferencia de otras instituciones públicas, dominada por estructuras, esquemas fijos que ordenan las acciones y dinámicas grupales; los profesores entra y van desarrollando una acción estructurada, que se recrea en sí misma, salón tras salón, clase tras clase; los alumnos escuchan y memorizan, desarrollan competencias para la atención y la memoria, para recordar fórmulas y fechas, capitales y países que nunca conocerán; atienden las palabras incansables del profesor, que se da tiempo para «disciplinar» a algún muchacho que platica mientras expone el tema de la clase.
En un abigarrado conjunto de acciones del profesor se van develandosegmentos de clase que articulan una forma de organizar las acciones áulicas, que le dan un espacio a los contenidos, a los productos y a los procesos que se van generando en el salón. Se repiten estrategias instruccionales para generar procesos de enseñanza.
En la observación realizada a ocho escuelas secundarias del área metropolitana de Guadalajara, Zapopan y áreas rurales de Tala y Ameca se encontró la existencia de prácticas docentes muy similares en relación con los aspectos de:
a) Estructura de la lección.
b) Formatos instruccionales.
c) Contenidos y productos.
d) Evaluaciones.
e) Relaciones maestro-alumno.
La vida en esas escuelas obedece a una cultura de organización, control y «vida académica» que es similar en todas ellas. Así, la estructuración de sus horarios, sus dinámicas grupales, la administración de la escuela, el control de los alumnos y de los profesores era muy parecida en esas escuelas secundarias; las prácticas escolares eran muy regulares y previsibles, y en los 15 días en que se estuvo en ellas se conoció de las características de esas prácticas y de sus dificultades.
Los registros videograbados, que nos proporcionan la información empírica de las prácticas, posibilitan una lectura crítica y constructiva de los aspectos que caracterizan y le dan perfil a las prácticas en la escuela secundaria. Estos registros fueron utilizados originalmente para conocer las posibilidades creativas de los procesos de enseñanza que se realizan en las escuelas, y ahora nos suministran datos empíricos para sustentar el presente ensayo sobre las características de la práctica docente.
Susan Stodolsky describe la práctica docente en el contexto de los segmentos de la lección, y del formato instruccional que es operado en el mismo, Para ella,el segmento es un momento específico de la lección que se caracteriza por el tratamiento de un tema o asunto en particular y que está dominado por una intencionalidad específica que la diferencia de otro momento; además, en un segmento de la lección se utiliza un formato instruccional que luego cambia, cuando es otro el segmento de la clase. Todo el segmento tiene un principio, un desarrollo y un desenlace o conclusión; comienza en algún momento de la clase y desaparece para dar paso a otro.
Autor: Mario Ramos Carmona. Subdirector de Investigación de la Escuela Normal para Educadoras de Guadalajara.