Microbiología de la leche y los productos lácteos introducción

Las primeras formas que aparecieron en la tierra fueron unos seres unicelulares, de pequeñas dimensiones, que se desarrollaron en el agua. A partir de estas formas primarias de vida, difíciles de clasificar como animales o vegetales, aparecieron en etapas sucesivas seres de estructuras más complicadas.

Del agua, por la evaporación con formación de nubes y las lluvias a que estás dan lugar, esos seres unicelulares se extendieron por toda la Tierra (aire, suelo, ríos, lagos, etc). Hoy en día, esas formas primitivas, iniciadoras de la vida en nuestro planeta, siguen teniendo un papel decisivo. Así realizan acciones que, desde el punto de vista humano, pueden ser consideradas como beneficiosas o perjudiciales. Entre las primeras podemos citar:

– Producen la descomposición de los animales muertos.

– Producen la descomposición de la materia orgánica (vegetal o animal), presente en el suelo, haciéndola asimilable para las plantas.

– Algunos de estos microoganismos (rizobiwn y azetobácter) son capaces de fijar el nitrógeno atmosférico, que después es utilizado por las plantas para formar sus propias estructuras proteínicas.

– Siguen estando presentes en el agua donde sirven de alimento a los peces.

– Se utilizan en procesos de elaboración de bebidas y alimentos (vino, cerveza, yogur, queso, etc.).

En cuanto a sus acciones perjudiciales, algunos microorganismos (sólo unos pocos entre los miles existentes) pueden provocar intoxicaciones, enfermedades e incluso la muerte de los seres superiores (plantas, animales y seres humanos). En el caso de la especie humana, muchas de estas intoxicaciones o enfermedades vienen causadas por microorganismos (salmonella, clostridium) presentes en los alimentos que se han conservado inadecuadamente o que han sido infectados en sus procesos de elaboración y distribución.

Fuente: Apuntes de Industrialización de productos lácteos de la UNIDEG