Condrito

CondritoLos Condritos constituyen el tipo de meteoritos más abundantes caídos en la Tierra y recuperados por los estudiosos.

Se llaman así por la presencia, en el interior del fragmento meteorítico, de pequeñas inclusiones esferoidales con un diámetro medio de un milímetro, llamadas cóndrulos, que están formados por minerales como olivinos y piroxenos.

Para dar una referencia cuantitativa, bastará decir que poco más del 90 por 100 de los meteoritos en contrados son de tipo pétreo o litoideo y que, de estos, más del 90 por 100 pertenece a la clase de los condritos.

Los meteoritos no diferenciados o condritos, son los más antiguos; algunos incluso han permanecido más o menos intactos desde que se formaron hace unos 4.600 millones de años y contienen granos presolares, moléculas orgánicas y cóndrulos, unas esférulas milimétricas de silicatos (de ahí el nombre de condritos). Todos los meteoritos no diferenciados son rocosos.

Las condritas o condritos son meteoritos no metálicos (rocosos) que no han sufrido procesos de fusión o de diferenciación en los asteroides de los que proceden, representando el 85,7% de los meteoritos que caen a la Tierra.

Su conocimiento aporta claves importantes para comprender el origen y la edad del Sistema Solar, la síntesis de compuestos orgánicos, el origen de la vida o la presencia de agua en la Tierra.

Una de sus características es la presencia de cóndrulos, que son esferas submilimétricas formadas por distintos minerales, y que suelen constituir entre el 20% y el 80% del volumen de las condritas.

Se diferencian de los meteoritos metálicos por su composición pobre en hierro (Fe) y níquel (Ni). Otro tipo de meteoritos no metálicos, las acondritas, carecen de los característicos cóndrulos, y se formaron con posterioridad.