Tendencias impositivas para el siglo XXI

Menciona cuales son las tendencias impositivas para el siglo XXI. Las ideas de que se deben pagar impuestos porque es conveniente para el orden público o por razones de Estado o porque es necesario para su existencia.

Al respecto, cabe señalar lo siguiente:

1. Las ideas de que se deben pagar impuestos porque es conveniente para el orden público o por razones de Estado o porque es necesario para su existencia, tienen que quedar definitivamente enterradas en el siglo xx, para que en el siglo XXI.

En el cual el ser humano volverá sus ojos hacia él mismo se rechacendefinitivamente sociedades demasiado gobernadas en las que los representantes del Estado han fungido como benefactores, protectores, civilizadores, mediadores, colonizadores, manufactureros, agentes de cambios, notarios, abogados, profesores, constructores, administradores de museos, etc.

Se afirma lo anterior porque los tributos se pagan para beneficio del pueblo y no de los gobernantes, quienes deben servir a la comunidad y no servirse de ésta.

2 . La justicia fiscal debe reinar en un sistema tributario, por lo cual no tiene que cederse ante los apremios de la eficacia de las normas impositivas.
3. Hay que acabar con las constantes reformas tributarias que quiérase o no aceptar por lo general están inducidas por la necesidad de incrementar ingresos públicos.
4. Resulta conveniente que prevalezca el conocimiento analítico o pormenorizado de los rendimientos por integrar en la renta personal.
5. Se deben terminar las burocracias demasiado grandes, ya que con su reducción se podría pagar y mejorar a los servidores públicos, despidiéndose a aquellos que cobran sin trabajar, pues el problema es que muchos quieren vivir de los impuestos.
6. Las leyes fiscales no deben ser tan complejas y oscuras, sino que tiene que regresarse a las normas sencillas y claras.
7. No deben hacerse a un lado las enseñanzas de la historia que con claridad puntualiza Luis Pazos:

a) En muchas épocas, los impuestos, como en el caso de Grecia y Roma, se consideraban como algo indigno y en contra de la libertad de los ciudadanos.
b) El crecimiento excesivo del aparato burocrático ha llevado necesariamente al aumento de los impuestos para costear la pompa, los viajes y los gastos superfluos de los gobernantes.
c) Muchos pueblos, como el azteca en México, vivieron de los tributos o impuestos que hacían pagar a los pueblos conquistados.
d) La decadencia de las grandes civilizaciones e imperios, como fue el caso de la griega y la romana, coincidió con los altos impuestos.
e) Muchas de las rebeliones, sublevaciones y revoluciones fueron motivadas por el descontento producido por el pago de altos impuestos.
f) Los impuestos en la mayor parte de las sociedades han descansado en la fuerza de quienes ejercen el poder y no en la voluntad de quienes los pagan.
8. Ningún país ha superado los problemas” económico s aumentan do impuestos y menos castigando a quienes producen.
9. El pago de los tributos se justifica en la medida en que garantizan un clima de paz y justicia.
10. Las autoridades que dilapidan los impuestos en actividades ajenas a la comunidad no tienen ningún fundamento ético y moral para exigira los ciudadanos el pago de sus impuestos.
11. Debe combatirse la inflación, que es un impuest o generador de una distribución regresiva del ingreso. Al emitirse dinero para financiar el gasto, se disminuye el valor del dinero que se tiene en las manos.
12. Si bien es verdad que un gobierno necesita impuestos para subsistir, debe evitarse que en esa búsqueda de ingresos se complique de tal forma el sistema impositivo que lo vuelva un obstáculo para la inversión y el desarrolo.
13. Esto impide la posibilidad de recaudar más impuestos.
14. Por muy altos que sean los impuestos y por mucha vigilancia y poder de un gobierno para recaudarlos, es imposible aumentar los ingresos fiscales permanentemente si no hay creación de riqueza y crecimiento económico.
15. A mayores cargas fiscales menor crecimiento y a menor crecimiento económico menor posibilidad de recaudar mayores impuestos.
16. Donde hay impuestos bajos, hay mejores posibilidades de un mayor crecimiento económico. La seguridad del título da confianza en la propiedad, y la ausencia o ligero gravamen de las contribuciones aseguran el goce de los productos del trabajo, sin las limitaciones y zozobras que infunden las leyes fiscales.
17. Los gobernantes deben acompañar a sus planes de reinversión, y crecimiento y una política de reducción de impuestos, con un bajo equ ivalente en el gasto, para que pueda haber un crecimiento no inflacionario y duradero.
18. No se justifica el aumento o creación de un impuesto, con la excusa de que de esa forma se combatirá el impuesto inflacionario, pues la creación de más impuestos significa que las autoridades prefieren sacrificar a la población mediante la fijación de más impuestos a sacrificarse ellas disminuyéndolos.
19. Se debe elevar a nivel constitucional una ley que prohíba al gobierno aumentar el dinero en circulación, por arriba del incremento de la producción del año anterior.
20. Los gastos no deben ser superiores a los ingresos mientras no se cuente con medios de endeudamiento sanos, internos y externos.
21. Las declaraciones de impuestos tienen que ser sencillas.
22. Cabe recordar siempre que el retroceso en algunos países y la aparición de los fenómenos inflacionarios y devaluatorios, que han e mpobrecido a las clases medias y empeorado a las menesterosas, tienen su origen en el excesivo crecimiento del Estado bajo políticas keynesiano socialistas. Se debe olvidar la teoría del gasto público como motor del crecimiento económico.
23. Sobre este tema, nuevamente es adecuado aludir a Luis pazos en relación con las conclusiones a que llega en su libro Los límites de los impuestos:

lo. Para determinar el monto, límites y naturaleza de los impuestos es necesario partir del concepto de ser humano, ya que todas las instituciones sociales tienen como principio y fin a la persona humana; por tanto, toda institució n social, como el gobierno, se justifica y cumple su función en tanto que contribuye tanto material como espiritualmente a la realización del ser humano.

2o. Con base en la tendencia natural del hombre a vivir en sociedad, es necesaria la existencia de un gobierno o autoridad que mantenga la paz, regule y resuelva los conflictos producto de la convivencia social entre los hombres.

En tanto miembros de la sociedad que hacen el papel de autoridad o gobierno mantienen un clima de paz, seguridad y justicia, los demás miembros del gruposocial, que se ven beneficiados con el clima creado por el grupo gobernante, tienen la obligación de proporcionarles los medios para subsistir y contar con recursos materiales para instrumentar una organización que les permita garantizar la paz, la seguridad y la impartición de justicia a los miembros de la sociedad.

3o. Los impuestos o contribuciones son el medio mediante el cual se cubren las necesidades financieras del grupo de personas que desempeñan la función de gobernantes o autoridad.
4o. Los fines del gobierno no pueden ser diferentes ni contrarios a los fines de los individuos. El gobierno o autoridad tiene como objetivo primordial crear un ambiente de paz, justicia y seguridad, bajo el cual cada miembro de la sociedad logre las aspiraciones y fines tanto materiales como espirituales que se han propuesto.
5o. El Estado tiene como objetivo crear un ambiente de paz y seguridad que los aristotelicotomistas llaman bien común, el cual no varía sustancialmente con el tiempo y el lugar, sino que está determinado por la naturaleza inmutable y perenne del ser humano.
6o. La experiencia histórica nos muestra la constan te tendencia de los grupos gobernantes a extralimitarse en sus funciones y utilizar la fuerza y el poder que reciben como autoridad, no para mantener un clima de paz y seguridad en la sociedad, sino para lograr ellos mismos un mayor poder y riqueza con base en la autoridad que detentan.
7o. Los abusos por parte de los gobernantes del monopolio del poder físico y de la autoridad que gozan como miembros del gobierno dio nacimiento al proceso político llamado constitucionalismo, que consistió básicamente en limitar el poder de los gobernantes y el garantizar la participación de lo s gobernados en cuanto al monto y el destino de los impuestos por medio de una ley suprema llamada Constitución.
8o. La justificación de los impuestos es teleológica, es decir, su justificación radica en el fin para el cual sean utilizados. Y, de acuerdo con la naturaleza y fines del Estado, sólo se justifica un impuesto en tanto sea destinado a lograr un ambiente de paz, justicia y seguridad entre los miembros de la sociedad.
9o. Los servicios públicos o las obras de infraestructura que circunstanciadamente crea o financia el Estado no forman parte del bien común y, por tanto, no deben ser financiados por medio de impuestos, sino a través del pago de derechos por aquellos que directa o indirectamente se benefician con la construcción o prestación por parte del Estado de un bien o servicio.
10o. Las nuevas funciones atribuidas a los impuestos, como crear empleos, promover el crecimiento económico, subsidios y redistribuir mejor el ingreso entre los miembros de la sociedad, no han dado los resultados esperados y, según se ha comprobado empíricamente en varios países, en muchas ocasiones los resultados han sido contraproducentes.
llo.

Para los mismos fines citados en el punto anterior, los gobiernos han recurrido a la emisión de grandes cantidades de circulante o inflación, que fiscalmente es considerado un impuesto disfrazado.

Los resultados de los procesos inflacionarios, desatados por los gobiernos al financiar una cantidad importante de sus gastos a través de la emisión de medio circulante o inflación, que a corto plazo pueden crear un aparente auge económico, ha sido los aumentos generales de precios, que se traducen a la larga en menores crecimientos económicos, mayor desempleo y en una p eor distribución del ingreso.

12o. Los altos y progresivos impuestos, además de no contribuir a una mejor distribución del ingreso, se convierten en el principal desincentivo a la producción eficiente y capitalización de los sectores más progresistas de la sociedad, reflejándose estos hechos en una menor disponibilidad de bienes y servicios para las clases de menores ingresos, y también en una menor recaudación fiscal, debido al freno que provoca en la actividad económica y en la creación de nuevas fuentes gravables los altos y progresivos impuestos.

13o. Para que un gobierno logre crear un verdadero ambiente de paz, seguridad y justicia, que permita a cada uno de los miembros de la sociedad alcanzar la plenitud de su ser de acuerdo con sus capacidades y aspiraciones tanto en el terreno físico como espiritual, debe instrumentarlas siguientes políticas:

a) Reconocer como sus funciones el mantenimiento de la paz, el orden, la seguridad y la impartición de justicia.
b) Limitar sus gastos a los ingresos recibidos por impuestos aprobados previamente’ por una asamblea, cámara o parlamento, que representen a aquellos que los van a pagar.
c) Adoptar el sistema conocido como hacienda neutra, es decir, que los fines de los impuestos sean únicamente los de financiar los gastos de gobierno y no utilizarlos para fines extrafiscales, como la redistribución de l ingreso o la creación de empleos.
d) Adoptar el sistema de impuestos proporcionales que, contrariamente a los progresivos, no desalienten a los más capaces y permitan mayores márgenes de reinversión que se traducen en una creación adicion al de riqueza. Así, de hecho y no sólo de palabra, se puede ayudar a mejorar los n iveles de vida de los sectores más pobres de la sociedad.
e) Mantener las tasas impositivas lo más bajo posible para que los impuestos no se conviertan en un obstáculo a la creación de nuevas empresas y, por tanto, de adicionales fuentes de impuestos para el gobierno. Mayores impuestas no siempre significan mayores ingresos para el gobierno, y menores tasas impositivas pueden significar a la larga mayores ingresos para la hacienda pública.

14o. La utilización por parte del gobierno de los impuestos en fines que no sean lograr el llamado bien común, vuelven ilegítimas esas exacciones de riqueza a los ciudadanos, y se equiparan al robo; por tanto, en conciencia, ningún, ciudadano está obligado a pagar impuestos que no sean utilizados para crear un ambiente de paz, seguridad, orden y justicia que permita a cada persona realizarse como ser de naturaleza individual, racional y libre dentro de la sociedad en que vive.