Niveles del producto
En todo producto podemos establecer tres niveles diferentes:
– Producto básico o central. Es la esencia del producto, la necesidad que espera satisfacer el consumidor. Por ejemplo, cuando una persona compra un coche está comprando un medio de locomoción.
– Producto formal o real. Es el producto básico cuando se transforma en algo tangible. Por ejemplo, un ordenador o un coche. Tiene unas cualidades en las que se fijará el consumidor para tomar una decisión: calidad, envase, imagen de marca, diseño y características técnicas.
– Producto ampliado o aumentado. Es el producto formal al que se le añaden otras ventajas asociadas a su compra, como puede ser entrega a domicilio, servicio posventa, facilidades de inanciación, etc.
Cuando un consumidor adquiere un producto, tiene en cuenta todos los beneicios del mismo; no se fija solo en las características físicas, sino que toma en consideración el producto ampliado.
Cuando diseñemos el producto, identiicaremos en primer lugar qué necesidades del consumidor va a satisfacer. A continuación diseñaremos el producto formal, y por último buscaremos las formas de ampliar el producto, con el in de crear un conjunto de beneficios que satisfagan los deseos de los clientes.