Concepción aristotélica del mundo
Para Aristóteles, la esencia es lo que hace que las cosas sean lo que son. Así, la esencia del caballo, por ejemplo, es lo que hace que el caballo sea caballo.
Al comienzo de la Ética a Nicómaco, Aristóteles indicó que, aunque fuera «amigo de los defensores de las ideas», o sea, amigo de Platón, era más amigo de la verdad.
Por tanto, en caso de desacuerdo debía inclinarse por esta. En efecto, Aristóteles se opuso a Platón tanto en su forma de concebir el mundo como en la de interpretar el conocimiento.