Importancia de la educación sexual

La «educación» sexual que se imparte actualmente en las escuelas. La pregunta ya no es si se debe enseñar educación sexual, es más bien, cómo se debe hacer. Actualmente más del 93% de todas las escuelas públicas ofrecen cursos sobre la sexualidad o el VIH. Más de 510 escuelas secundarias trabajan en coordinación con las clínicas de salud, y en más de 300 escuelas se hacen disponibles los condones. La pregunta ahora es si estos programas son realmente eficaces, y si no lo son, ¿cómo podremos mejorarlos?

No podemos olvidar que la sexualidad es una realidad profunda y compleja que involucra cuerpo y alma, y tiene muchas facetas. Es un misterio, y para tratar de entenderla hay que tratar su vertiente teológica, filosófica, antropológica, psicológica, fisiológica, sociológica, genética, etc. El hecho de ser hombre o mujer determina toda la personalidad y un estilo de vida. Por ello, la sexualidad, la personalidad y la espiritualidad son inseparables.

El conocimiento por sí solo no es suficiente para poder cambiar la conducta. Los programas que principalmente se basan en brindar información sobre preceptos morales y sexuales cómo funciona el sistema sexual del cuerpo, que es lo que los jóvenes deben y no deben hacer han fallado. Sin embargo, los programas cuyo enfoque principal es ayudar a los jóvenes a cambiar su conducta usando la dramatización, los juegos, y los ejercicios que refuercen su habilidad al socializar han mostrado señales de efectividad.

Muy a menudo el curriculum de educación sexual empieza en la secundaria, una vez que muchos de los estudiantes han comenzado a experimentar la sexualidad. Los estudios han demostrado que cuando se empieza la educación sexual antes de que los jóvenes se vuelvan sexualmente activos ayuda los jóvenes a mantener la abstinencia y a que se protejan en caso de que se vuelvan sexualmente activos. Entre más pronto se empiece con la educación sexual mejor, quizás sería bueno comenzar desde la primaria.

Una revisión a 23 estudios demostró que los programas eficaces sobre educación sexual comparten las siguientes características:

• Un enfoque más reducido del cambio de conducta que pudiera estar contribuyendo al VIH/ETS y a los embarazos no deseados.

• Teorías sociales de aprendizaje como base para el desarrollo de un programa, con un enfoque en la influencia que ejerce el medio social, cambiando los valores individuales, cambiando las normas de grupo y creando la destreza de lidear en esta sociedad.

• Actividades experimentales diseñadas para personalizar información básica y veraz sobre los riesgos de tener relaciones sexuales sin protección y los métodos para evitar las relaciones sexuales sin protección.

• Actividades que tienen que ver con la influencia que ejerce el medio o la sociedad en cuanto a la conducta sexual.

• Reforzar los valores de forma clara y apropiada para hacer más resistentes los valores individuales y las normas de grupo para luchar en contra del sexo sin protección.

• Modelar y practicar la comunicación, la negociación y la habilidad de resistir.

A pesar de que los programas de educación sexual en las escuelas han estado en función por muchos años, estos no han sido efectivos como se esperaba. Es necesario que las escuelas de la nación Norteamericana analicen rigurosamente sus programas y que comiencen a implementar programas más innovadores que hayan demostrado su efectividad. Los educadores, los padres de familia y los que dictan las leyes deben evitar conceptos de educación sexual dictados por la emoción; si nos basamos en las tasas que tienen los adolescentes de embarazos no deseados y de ETS, incluyendo el VIH, no podemos seguir ignorando la necesidad de la educación tanto sobre como atrasar las actividades sexuales y sobre cómo protegerse a si mismos una vez sexualmente activos.

Una estrategia completa en la prevención del VIH utiliza múltiples elementos para proteger a la mayor cantidad de gente posible a riesgo de contraer la infección del VIH y de Enfermedades Transmitidas Sexualmente (ETS). Nuestros niños merecen la mejor educación posible.

Fuentes: educar.org / vidahumana.org