Teoría liberal
Locke toma como punto de partida una noción, una ficción política compartida por los voluntaristas: el etado de naturaleza, el estado pre-social, el estado pre-político, considera que incluso el acceso a la politicidad se opera como consecuencia de un acto de voluntad libre.
El estado de naturaleza consiste en que los seres humanos gozan de ciertos derechos naturales, como la vida, la libertad y la propiedad.
Sin embargo, los individuos violaron esta «ley natural» al no observar estrictamente los mandatos de la equidad y la justicia. Por ello, los bienes que cada persona posee en ese estado no están a salvo y su disfrute es incierto. Para garantizar una vida digna y pacífica, los individuos ceden sus derechos a un grupo de soberanos, pero teniendo en cuenta que tal cesión no es perpetua ni irrevocable.
Locke reconoce así el derecho a la rebelión si el soberano no cumple con los límites de lo pactado. Es este el pacto social. El Estado, que deberá proteger los derechos de sus representados, surgiría en virtud de este contrato social*.
El modelo de democracia liberal es el resultado al que llegará Locke. La democracia liberal consiste en un sistema donde los individuos eligen a sus gobernantes periódicamente y éstos tienen como misión garantizar el orden social y el respeto de los derechos individuales. En este tipo de modelo, el Estado está estructurado en tres poderes: legislativo, ejecutivo y federativo.