Problemas en los balcanes
Los problemas en la región de los Balcanes comienzan con los intereses de los Imperios austro-húngaro y ruso de expandirse por los territorios dependientes del Imperio turco. Los fracasos de Austria-Hungría en Italia y Alemania le dejan como única posibilidad de aumentar su influencia el terreno balcánico. Conseguir allí una comunicación con el Mediterráneo era crucial.
También, ante la debilidad de los turcos, deberían controlar este territorio ante posibles sublevaciones nacionalistas de los pueblos eslavos.
Rusia también valoraba este territorio para lograr una salida al mar una vez recuperada su influencia en el mar Negro. Los Balcanes acabaron convirtiéndose en el auténtico polvorín de Europa, una crisis en este territorio podría provocar una guerra generalizada.
Bismarck y sus planes
Bismarck consideraba fundamental aislar a Francia por dos razones: el temor a una posible revancha después de haberla derrotado en la Guerra Franco-Prusiana y la anexión de Alsacia y Lorena, y por otro lado el miedo a que una alianza francesa con Austria o Rusia dejasen al Imperio rodeado.