Ropa de cama
Como ropa de cama podemos encontrar:
– Cubrecolchón. Es una cubierta impermeable y ajustable en las cuatro esquinas, que se utiliza para proteger al colchón de la humedad y la suciedad procedentes de la eliminación de secreciones del paciente.
– Sábanas. Generalmente son de algodón o un material similar. Se utilizan cada vez más las de puntos ajustables. En servicios como urgencias, diálisis o consultas, suelen emplearse sábanas desechables.
– La sábana bajera se dobla a lo largo, y con el derecho hacia el interior.
– La sábana encimera se dobla a lo ancho, y con el revés hacia el interior.
– Entremetida. Es del mismo tejido que las sábanas. Se coloca en el centro de la cama, a la altura de la pelvis. Puede utilizarse también para desplazar al paciente hacia la cabecera de la cama, cuando este ha resbalado. Hoy día se utilizan cada vez más salvacamas desechables.
– Manta. Suele ser de color claro. Su tejido debe resistir los lavados frecuentes y tener poco peso. Debe abrigar sin pesar. Se dobla a lo ancho.
– Colcha o cubrecama. Es la pieza que cubre las sábanas y la manta. Debe ser re-sistente a los lavados y de colores claros. Generalmente es blanca. Se dobla a lo ancho, y con el lado derecho hacia el interior.
– Funda de almohada y almohadón. Son de algodón o de un material similar. La funda está directamente en contacto con la almohada y se cierra mediante una cremallera u otro sistema. El almohadón se coloca sobre la funda y ha de cambiarse siempre que sea necesario y al menos una vez al día.