Material específico de laboratorio

En el laboratorio se utilizan envases específicos para contener, fundamentalmente, las formulaciones elaboradas algunos de estos son:

Duquesas. Son recipientes, generalmente de plástico, con tapa, de pequeño tamaño y boca ancha, que contienen cremas, pastas, etc.

Ampollas. Compuestas de vidrio, pueden ser transparentes o de color ámbar, con objeto de preservar su contenido de la luz, y las hay de diferentes tamaños y formas.

Frascos. De vidrio o plástico de diversas medidas y coloración, generalmente ámbar. Específicos para albergar en su interior soluciones o suspensiones.

Tubos. De estaño o plástico, contienen pomadas.

Tapones de caucho. Principalmente mantienen cerra-dos los recipientes.

Viales. Son frascos de vidrio, de capacidad variable (2, 5, 10 o 20 ml). Están destinados a conservar un medicamento inyectable.

Moldes de supositorios. Pueden ser de metal o plástico, de diferentes formas y tamaños. Se utilizan para la elaboración de supositorios y se producen lisos o con ranura, lo que permite la dosificación de la forma farmacéutica elaborada.

Cápsulas de aluminio para viales. Es decir, aquellas que mantienen cerrado el vial y rodean el tapón de caucho.

Envases utilizados en el reenvasado. Bolsas, sobres o papelillos para polvos, blisters unitarios para grageas, comprimidos o cápsulas y viales, vasitos y jeringas de plástico o vidrio para líquidos.

Los medicamentos tópicos se reenvasan en duquesas, frascos de vidrio de boca ancha o jeringas especiales con tubo adaptador.