Autoclaves

Sirve para esterilizar mediante calor húmedo. En ellos se produce la esterilización porque el autoclave genera vapor a alta presión que se difunde a través de las membranas de bacterias y esporas, destruyéndolas.

En la parte externa del autoclave se localiza un manómetro, que mide la presión del interior del autoclave, una válvula de seguridad que se abre cuando la presión es peligrosa y una llave de purga, que permite extraer el aire.

Existe un termómetro, indicador de la temperatura del interior, y unos pilotos que se encienden y apagan durante el proceso de esterilización, indicando lo que ocurre en su interior.

En la zona interna hay una rejilla sobre la que se dispone el material a esterilizar en el interior de unas bolsas especiales.

Para comprobar que se ha producido la esterilización se colocan, en el interior del autoclave, controles químicos o biológicos. Los primeros indican, por un cambio de color, si se ha alcanzado la esterilización.

Los controles biológicos son esporas de bacterias que se someten al proceso de esterilización. Si éste se ha generado correctamente, las esporas, después de sembradas en un medio de cultivo, no crecerán.

La esterilización ha de realizarse:

En autoclave: a una presión de 1 atmósfera, a 120 °C, durante 20 minutos.
En hornos: a una temperatura de 180 °C, durante 1 hora.