Responsabilidad del analista
Todo trabajo involucra distintos grados de habilidad, lo mismo que de esfuerzo físico o mental. Existen también diferencias en aptitudes, aplicación física y destreza de los trabajadores.
Es sencillo para el analista observar a un empleado y medir el tiempo real que le toma realizar su trabajo. Es más difícil evaluar todas las variables y determinar el tiempo requerido para que el operario “normal” realice la tarea.
Debido a la cantidad de intereses humanos y reacciones asociadas con la técnicas de estudio de tiempos, es esencial que hay un entendimiento completo entre el supervisor, el empleado, el representante sindical y el analista de estudio de tiempos.
Este último debe tener la seguridad de que se usa el método correcto, registrar con precisión los tiempos tomados, evaluar la honestidad el desempeño del operario y abstenerse de criticarlo.
Como los analistas de estudio de tiempos afectan de manera directa el bolsillo de los trabajadores y los balances de pérdidas y ganancias de las compañías, su trabajo debe ser confiable y minucioso.
Las inexactitudes y malos juicios no sólo afectarán al operario y a las finanzas de la compañía, también darán como resultado la pérdida de la confianza del operario y el sindicato que, en última instancia, deteriorará la armonía en las relaciones de trabajo que por años ha construido la administración.
Para lograr mantener buenas relaciones humanas, el analista de estudio de tiempos siempre deberá ser honrado, bien intencionado, paciente y entusiasta, y siempre debe usar su buen juicio.
Es imperativo que el analista de estudio de tiempos esté bien calificado.
Fuente: Apuntes de Métodos y Sistemas de Trabajo de la Unideg