Magnitud
Es la luminosidad de una estrella tal como se nos aparece a nosotros que la observamos desde la Tierra. El primer astrónomo que subdividió las estrellas de acuerdo con su magnitud, creando una escala de medidas apropiada, fue el griego Hiparco de Nicea. En la clasificación de Hiparco, se atribuía a las estrellas más luminosas una magnitud o tamaño 1; a las más débiles visibles a simple vista, magnitud 6.
Con la invención del Fotómetro, un instrumento de medida que sirve para determinar la cantidad de luz emitida por una estrella, se ha podido ver que una estrella de magnitud 1 es 100 veces más luminosa que una de magnitud 6. Esto significa que, queriéndole dar una escala precisa a la clasificación de Hiparco (que era empírica, visto que se basaba sobre estimaciones realizadas a simple vista) cada magnitud difiere de la anterior o de la sucesiva en un factor de 2,5.
La escala de magnitudes creada por Hiparco se ha mantenido hasta nuestros días con algunas modificaciones imprescindibles. Se ha extendido, obviamente, a todas las estrellas no visibles a simple vista: aquellas estrellas que tienen magnitudes superiores a 6 y que, en los tiempos de Hiparco, no eran conocidas porque no existían los telescopios. Por lo tanto, desde 6 en adelante (la estrella más débil hoy visible con los telescopios más potentes de tierra es de magnitud 24) las magnitudes indican objetos siempre más débiles.
Por otra parte, en lo relativo a las estrellas más brillantes se ha visto que Hiparco no actuó con mucha sutileza, reagrupando bajo la magnitud 1 estrellas que en cambio son mucho más luminosas. Por lo tanto se ha pensado crear una magnitud 0 y después las magnitudes negativas -2, -3, etc. En este caso los números negativos crecientes indican cuerpos celestes siempre más luminosos (el coeficiente de luminosidad entre una magnitud y otra es, obviamente, siempre el mismo, es decir, 2,5).
Este sistema de evaluación de la luminosidad de una estrella se llama tambiénmagnitud aparente, porque está condicionado a nuestra posición. Bastaría que nos situáramos en otra estrella para ver cambiar todas las relaciones recíprocas de luminosidad, ya que variarían las distancias entre nuestro punto de observaciór y las fuentes observadas.
Para conocer la cantidad de energía emitida por una estrella, los astrónomos utilizan la magnltud absoluta, que puede calcularse conociendo las características físicas de la estrella. Conocida la magnitud aparente y la absoluta, los astrónomos pueden también determinar con buena aproximación la distancia de una estrella desde la Tierra.