Homeostasis mantiene condiciones internas constantes

Las estructuras organizadas y complejas no se mantienen fácilmente. Para permanecer vivos y funcionar eficazmente, los organismos deben mantener condiciones constantes dentro de su cuerpo, proceso llamado homeostasis (del griego «permanecer sin cambio»). Una de las muchas condiciones que regula es la temperatura corporal.

Entre los animales de sangre caliente, por ejemplo: los órganos vitales como el cerebro y el corazón se mantienen a una temperatura constante y caliente, a pesar de amplias variaciones en la temperatura ambiental.

El mantenimiento de la homeostasis se efectúa por una gran variedad demecanismos automáticos. En el caso de la regulación de la temperatura, éstos incluyen la sudoración cuando hay temperaturas elevadas.

Cuando hay bajas temperaturas, el metabolismo emplea más alimento, y nuestro comporta miento es tomar el sol o hasta ajustar el aire acondicionado(como lo hacen los humanos de la época moderna).

Por supuesto, que no todo permanece igual durante la vida de un organismo. Suceden cambios mayores, tales como el crecimiento y la reproducción, pero éstos no representan fallas de la homeostasis, sino que son partes genéticamente programadas del ciclo de vida de los organismos.

El crecimiento es una propiedad de todos los seres vivos

En algún momento de su ciclo de vida, todos los ser es vivos se hacen más grandes, esto es; crecen. Tal característica es obvia para las plantas, los pájaros y los mamíferos; que inician su vida con un tamaño muy pequeño y durante el ciclo de la misma su crecimiento es evidente.

Sin embargo, las bacterias unicelulares son pequeñas aun cuando se forman y crecen hasta casi el doble de su tamaño original, antes de que se dividan.

En todos los casos, el crecimiento comprende la conversión de materiales adquiridos del medio, en moléculas específicas del cuerpo del organismo que las captó.

Los seres vivos responden a estímulos

Los seres vivos detectan y responden a estímulos, en su medio interno y externo. Los animales han formado durante su evolución órganos sensoriales complejos y sistemas musculares, que les permiten detectar y responder a estímulos del medio que los rodea; como la luz, el sonido, las sustancias químicas y muchos otros.

Los estímulos internos se perciben por medio de receptores sensibles a la presión, el dolor y a los estímulos químicos. Por ejemplo: cuando siente hambre, percibe contracciones en el estómago vacío y también concentraciones bajas de azúcares y grasas en la sangre.

Usted responde a este estímulo externo eligiendo los objetos apropiados para comer, digamos, una rebanada de fruta en lugar del plato y el tenedor. Los animales, con sus complejos sistemas nerviosos y sus cuerpos móviles, no son los únicos organismos que reciben y responden a estímulos.

Las plantas que se encuentran junto a su ventana crecen orientadas hacia la luz y las bacterias que lleva una persona en el intestino producen diferentes tipos de enzimas, dependiendo de sí bebió leche, ingirió dulces o ambos. Fuente: Apuntes de la materia de biología de la Unideg