Las consecuencias del racionalismo y la tecnología
Desde mediados del siglo XIX hemos sido testigos del dominio de los aspectos racionales y tecnológicos de la cultura sobre los aspectos espirituales. Irónicamente, el reino del racionalismo ha comenzado a sufrir las consecuencias de esa amputación de los vínculos con lo espiritual y lo cultural. Incluso elsistema de educación de las masas que es, junto con la medicina, una de las invenciones más milagrosas de la era ha sido víctima de la victoria triunfal de la Razón.
La religión, la filosofía y el arte que antiguamente nutrían los valores humanos, se han convertido en algo árido y estéril, incapaces de equilibrar o complementar el desarrollo racional e intelectual. Mientras tanto, nuestra sociedad se enfrenta a una necesidad cada vez más apremiante de luchar contra la proliferación de cierto tipo de tecnologías avanzadas e incluso de penalizar los esfuerzos por desarrollar algunas de ellas. Este tipo de debate, lamentablemente, no nos ha conducido a nada.
El siglo XX fue testigo, por un lado, del nivel tecnológico más alto alcanzado hasta el momento, con invenciones geniales como la resonancia magnética, entre muchas otras. Por otro lado, vio también la creación de armas de guerra muy sofisticadas, como los misiles autoguiados con cabezas nucleares, capaces de exterminar a millones de personas indefensas en un abrir y cerrar de ojos.
Tanto los ejemplos positivos como los negativos son demasiado numerosos para mencionarlos aquí. El racionalismo, desconectado de los valores humanos, corre el riesgo de estancarse o de desencadenarse en forma desenfrenada y conducirnos hacia nuestra propia destrucción. Fuente: Libro de las Tecnologías de la información y la comunicación en la enseñanza de la UNESCO.