La tecnología educativa de la mente
Pasemos ahora a examinar la tecnología educativa de la mente, o en otras palabras, a analizar qué implica elproceso de aprendizaje. En la mayoría de las actividades de aprendizaje, podemos reconocer las siguientes fases:
– Aceptar y analizar un problema.
– Asegurarse de que todavía no existe una solución conocida para ese problema.
– Decidir crear un proyecto, y establecer las metas y objetivos del mismo; hacer un balance de nuestros recursos mentales y materiales.
– Descubrir que no estamos lo suficientemente equipados para lidiar con el problema de forma exitosa.
– Analizar qué conocimientos, habilidades o experiencia adicional debemos adquirir para llegar a la solución deseada.
– Atravesar un proceso de investigación, aprendizaje y práctica de los nuevos conocimientos.
– Formular un conjunto de soluciones posibles (crear opciones, comparar alternativas y evaluarlas), y luego elegir la que parece ser la más adecuada.
– Imaginar qué pasaría si el plan diseñado fuera puesto en práctica. ¿Qué cambios se producirían en nuestro entorno inmediato y en el ámbito físico y sociocultural que nos rodea? ¿Qué consecuencias podría tener? ¿Cómo podríamos evitar o solucionar las consecuencias negativas? Re-evaluar el enfoque global inicialmente trazado para abordar el problema.
– Reflexionar acerca de lo que hemos hecho: repetir mentalmente los caminos que tomamos y las acciones que pusimos en práctica; describir los puntos esenciales; decidir si sería posible utilizar los nuevos conocimientos, habilidades y experiencia para abordar otros problemas en el futuro.
Este patrón de aprendizaje, al que podríamos llamar tecnología edu-cativa de la mente, puede desarrollarse con la ayuda de diversos programas (software), dispositivos de hardware, tecnologías de simulación, redes de usuarios vía correo electrónico, multimedia interactivo y otros usos avanzados de las TIC. Fuente: Libro de las Tecnologías de la información y la comunicación en la enseñanza de la UNESCO.