El aprendizaje como forma de procesar información
En términos generales, la información puede definirse como el contenido de todos los mensajes que recibimos de terceros y del mundo en general, y el de los mensajes que creamos nosotros mismos o que enviamos como respuesta.
La información se manifiesta cuando descubrimos o creamos patrones. Un patrón es una distribución determinada de hechos en un continuo espacial o temporal que nos permite reconocer y denominar ciertos elementos constantes, comparar un patrón con otro y diferenciarlos o asociarlos.
Podríamos establecer un paralelismo entre la noción de patrón y las nociones de orden, organización y forma, en oposición a lo desordenado, caótico y amorfo; desde este punto de vista, la in-formación puede entenderse literalmente como dar forma.
Al procesar información ya sea de forma puramente orgánica o con la ayuda de algún instrumento sencillo o de una máquina sofisticada, el ser humano combina los patrones utilizados en el pensamiento y la
comunicación para recabar información, almacenarla, acceder a ella, clasificarla, asociarla y separarla, modificarla y transmitirla, con la invención, el diseño, la construcción y la manufacturación de un objeto tangible.
Cualquier proceso de aprendizaje comienza con una búsqueda y una evaluación de patrones, información organizada de forma coherente, que favorezcan nuestra supervivencia, nuestra comodidad y el potencial oculto en nosotros.
Incluso los niños pequeños exploran su entorno inmediato mediante el mecanismo del ensayo-error; imitan las acciones de los adultos (por ejemplo, sonreír) y analizan si algo es comestible, agradable, amistoso, hostil o útil como herramienta.
El niño almacena en su memoria la información recabada, interpretada y evaluada mediante estos comportamientos exploradores e imitativos, y forma modelos mentales que podrá aplicar a sus acciones futuras sean éstas físicas o intelectuales. Este proceso se aplica a cualquier tipo de aprendizaje.
Las TIC son herramientas que están directamente vinculadas a la naturaleza del aprendizaje, por la simple razón de que el aprendizaje se basa, en buena medida, en el manejo de información.
Escuchar, hablar, leer, escribir, evaluar, sintetizar y analizar, resolver problemas matemáticos y memorizar versos o las capitales de los países, son todos ejemplos deprocesamiento de información “fuera” de la computadora.
Las TIC pueden también utilizarse en otros tipos de procesamiento de información, anteriormente marginados en la enseñanza tradicional, pero que se están convirtiendo en una parte cada vez más importante de la educación, como la planificación de proyectos o la búsqueda de nueva información fuera de los textos escolares; así como para asistir al proceso de escritura (dibujar, construir).
El uso de las TIC también podría enriquecer la interacción entre alumnos y docentes en el contexto de otras actividades escolares (como el deporte, por ejemplo). Las dimensiones humanas de las TIC se manifiestan al brindar oportunidades de diálogo, interacción y sinergia entre un docente y un alumno o, en otras palabras, entre un Maestro y su Aprendiz, así como entre los propios aprendices estén éstos en contacto o físicamente distantes.
Históricamente, el procesamiento y la comunicación de información han ocupado siempre un lugar preponderante en las actividades educativas. Esto se daba principalmente entre el docente y el alumno, contando apenas con un lápiz, papel y un pizarrón.
Actualmente, las computadoras, con sus versátiles sensores, periféricos y extensiones, permiten a los docentes adentrarse en un modelo educativo mucho más sofisticado y flexible. Fuente: Libro de las Tecnologías de la información y la comunicación en la enseñanza de la UNESCO.