Discos magnéticos
El concepto de almacenamiento de información en discos se retrotrae a la época de las primeras grabaciones en gramófonos, a comienzos del siglo XX.
En los primeros discos, la información se guardaba de forma permanente como pequeños cambios mecánicos (geométricos) en la superficie del disco. Algunos de los discos que se usan en la actualidad para almacenar información digital, los cuales son regrabables, se basan en un principio similar al de las cintas magnéticas.
Los discos con una capacidad aproximada de 1 MB se denominan disquetes; éstos se insertan y se retiran de la unidad de disco en la CPU.
A la computadora suele llevarle hasta un minuto leer la información de un disquete o grabar información en él. Otros discos más nuevos tienen la capacidad de almacenar hasta 1 GB.
Sin embargo, las tarjetas flash se han convertido en una feroz competencia para estos discos. Otro tipo de discos, con una capacidad mucho mayor, van montados a su propia unidad de lectura; éstos se denominan discos duros.
Pueden tener una capacidad de entre 10 GB y 1000 GB. La velocidad de acceso es rápida, lo que permite el buen funcionamiento de la mayoría de las aplicaciones. Fuente: Libro de las Tecnologías de la información y la comunicación en la enseñanza de la UNESCO.