Diagnóstico radiológico de la displasia y luxación congénita de cadera
La radiografía de pelvis debe ser simétrica; para ello hay que fijarse que los agujeros obturadores y las alas ilíacas sean simétricas a ambos lados. Hay que trazar la línea de Hilgenreiner, que corresponde a aquélla que pasa por el borde superior de ambos cartílagos trirradiados.
Se debe dibujar la línea acetabular que corre tangencial al cótilo. Entre estas ambas líneas se forma un ángulo que corresponde al ángulo acetabular, que en condiciones normales, debe medir menos de 30°. Se considera completamente patológico cuando el ángulo mide más de 36°.
Otra línea a dibujar es la de Perkins que corre por el borde lateral del acetábulo y es perpendicular a la línea de Hilgenreiner. Esta línea debe cruzar la unión de los 2/3 mediales con el 1/3 lateral de la región epifisiaria proximal del fémur o si está presente el núcleo femoral, éste debe quedar completamente medial a esta línea. Cualquier lateralización del fémur respecto a esta línea corresponde a cierto grado de descentraje de la cadera.
La ecografía es un método no invasor, seguro, que permite identificar además de la estructura ósea (visible en la radiografía ), la estructura cartilaginosa, muscular y cápsula articular (no visible radiológicamente). Este examen permite diferenciar claramente si la cabeza femoral está centrada o no.
Fuente: Manual de pediatría por el Dr. Roberto Raimann Ballas de la escuela.med.puc.cl