Alteraciones angulares
Durante el primer año existe un genu varo que es fisiológico. Entre los 18 y 24 meses las rodillas se ubican más rectas para luego desarrollarse un progresivo valgo que tiene su mayor manifestación alrededor de los 4 años. Luego éste va disminuyendo hasta evolucionar, a los 7-8 años, a un ligero valgo que es normal en el alineamiento del adulto.
En la evaluación de las alteraciones angulares es fundamental excluir las causas que producen esta deformidad en forma patológica. Entre las causas figuran: infecciosas, metabólicas; tumorales; endocrinas; osteocondrodisplasias; post-traumáticas; deformidades congénitas; pseudoartrosis congénita de tibia; osteogénesis imperfecta y Enfermedad de Blount.
Es importante evaluar la laxitud articular y las deformidades asociadas. En el genu valgo hay que observar si es simétrico o no y establecer la distancia intermaleolar (DIM) al estar las rodillas juntas, estando el paciente tanto acostado como de pie. Se acepta como normal hasta 7,5 y 10 cm. respectivamente.
El estudio radiológico, con una telerradiografía de extremidades inferiores en anteroposterior, está indicado en presencia de alteraciones como asimetría, deformidad severa, estatura bajo el percentil 5 y rápida progresión de la deformidad.
El uso de zapato especial y plantilla no ha demostrado alterar la evolución de la deformidad. La férula está indicada en algunos casos de enfermedad de Blount. Si existe una deformidad importante con alteración de la función, que potencialmente puede llevar al desarrollo de una artrosis precoz, ésta debe ser corregida quirúrgicamente con hemiepifisiodesis que puede ser transitoria o definitiva o bien con una osteotomía correctora.
Fuente: Manual de pediatría por el Dr. Roberto Raimann Ballas de la escuela.med.puc.cl