Las aplicaciones al diseño tipográfico de las jerarquías visuales
Las jerarquías visuales básicas ponen de manifiesto aspectos diversos de lógica visual y son aplicables al diseño tipográfico, y de hecho son usadas muy frecuentemente, tanto de manera consciente como inconsciente, por los profesionales. Los lectores de publicaciones, las personas que ven la televisión o circulan por las calles de las ciudades, llevan en sí mismos estos criterios de lógica visual. De ahí que, al usarlos, el diseñador, por así decir, hable unlenguaje formal conocido por ellos. Y este es un hecho que, evidentemente, facilita la comunicación con el público al que se dirige el mensaje.
Usar principios jerárquicos, a través de cualquiera de sus muchas variantes, multiplica la eficacia de la comunicación sin limitar la creatividad formal o conceptual de los diseñadores. En el diseño tipográfico, es muy recomendable, por ejemplo, para guiar la lectura del espectador, estructurar y secuenciar la información que se le proporciona.
A continuación comentaremos algunos ejemplos, relacionados con la aplicación del principio de jerarquía en el diseño tipográfico:
1. Primera página del Times, 1932
Se trata de la primera página del primer número del Times que vio la luz con la tipografía Times New Roman, de Stanley Morison, uno de los mayores éxitos tipográficos del siglo XX. Como se aprecia, el diseño de los periódicos de la época era muy distinto del actual. El del Times se basaba en una ausencia casi total de jerarquías visuales, con breves encabezamientos por columnas, que remiten a tres secciones: Defunciones, Asuntos personales y Ofertas empresariales. Para localizar un tema, el lector no puede guiarse del sentido de la vista, debe leer con detalle, ya que la tipografía es toda de la misma o parecida dimensión, con un grado casi cero de jerarquía visual.
Un diseño de este tipo necesita mucho tiempo de lectura y mucha costumbreen el público lector. Además, ha de ser éste quien seleccione los temas de su interés, a través de una lectura pormenorizada. Stanley Morison pertenecía a la corriente más conservadora de la tipografía de la época y consideraba que el texto debía ser como el cristal de una ventana invisible al lector, permitiéndole leer los contenidos sin hacerse notar. En el primitivo diseño del Times no se consideraba la capacidad estructuradora que puede tener la jerarquía tipográfica.
2. Los «inventos» dada.
La cara más diametralmente opuesta a la estética conservadora en tipografía la representaron, durante algunos años, los experimentos dada, que quisieron ser un ataque directo a casi todos los principios de jerarquía funcional que, en mayor o menor grado, se venían utilizando en arte y diseño desde siglos atrás. La mezcla de tipos, direcciones de lectura, inclinaciones y colores, hace de este texto dadaista un galimatías tipográfico de difícil lectura, cuyo interés radica, principalmente, en su apuesta estética de ruptura.
Ciertamente, el uso contra funcional de la tipografía, que tantas escuelas artísticas propusieron en las primeras décadas del siglo XX, no condujo, contra lo que muchos creen, a ninguna renovación de la tipográfica y, desde este punto de vista, fueron un fracaso radical.
3. Un periódico moderno.
Los periódicos y revistas de nuestros días hacen uso de claros principios jerárquicos, que tienen como objetivo ayudar al lector a localizar la información que desea. Pueden leerse en menos tiempo que los antiguos y con mayor adecuación a los gustos del público. Además, éste se acostumbra al diseño formal y de contenido que le ofrece el periódico que lee habitualmente, un hecho que contribuye a crear una relación estable entre el lector y el medio de comunicación.
Como se aprecia, la jerarquía se crea a través de varios parámetros visuales basados en una lógica visual prácticamente intuitiva:
– Tamaño
– Altura en la página
– Anchura del texto
– Imágenes
– Color
Con estos elementos, el lector tiende a buscar la información en tres fases:
– Primera lectura, de recorrido rápido, en la que se toma nota mental del contenido general más importante.
– Segunda lectura, complementaria del anterior, en la que se recurre a entradillas y sumarios para ampliar el contenido de alguna o algunas de las noticias captadas en la primera lectura.
– Tercera lectura o lectura en profundidad, en la que el lector, convencido de su interés por el tema, lee el desarrollo del mismo.
Como se aprecia, el propio mecanismo de diseño desencadena una lectura jerarquizada de la información.
4. Jerarquía y anarquía
La tradición occidental, a lo largo de su historia, ha atravesado por variosperiodos de negación de los aspectos jerárquicos de la comunicación visual, desarrollando estilos rompedores o chocantes para la creación de formas. Al comienzo de estos comentarios hablamos de la escuela Dada. Posterior en algunas décadas fue la tendencia psicodélica, uno de cuyos carteles reproducimos aquí. La dificultad de lectura no requiere comentario. La idea del diseñador, Lee Conklin en este caso, 1967, era crear una imagen impactante, acorde con una filosofía vigente en un sector de la juventud, al que se dirigía.
Hay que observar, sin embargo, que para enviar el mensaje comercial que, en el fondo, subyace en este cartel que anuncia un concierto de Procol Harum y Santana, recurre a los métodos tradicionales de ordenación y tamaño, como se aprecia en los pequeños textos al pie de la reproducción, donde aún puede leerse con tipografía normal: TICKETS.
5. La jerarquía en el detalle
Esta cabeza de revista fue diseñada por Herb Lubalin y en ella se aprecia el uso de una anomalía semántica para la creación de una zona jerárquica de significación. Las letras «i» «l» «i» son transformadas en miembros de un grupo familiar, cambiando el diseño de la tipografía normal.
Aprovechando el interés que este cambio produce en el lector, la zona es utilizada para insertar los rótulos editoriales: «A Reader’s Digest Publication«. Lógica visual y economía de medios se unen en este diseño.
6. Jerarquía en la Web
La red está llena de páginas sofisticadas y confusas, que reclaman nuestraatención con animaciones, parpadeos y colores brillantes. En medio de tantos reclamos, el internauta no tiene más remedio que intentar «pasar» de ellos, centrando su atención en lo que realmente busca o le interesa, aunque a veces tarde demasiado en descubrirlo, o incluso se le nieguen las oportunidades para hacerlo. En medio de tanto ruido se agradecen páginas con la claridad de ideas que expresa la de Louise Nevelson: una bella imagen que acompaña al número exacto de textos necesarios para transportarnos a otros tantos lugares.
Su lógica visual es la de la sencillez y el pragmatismo: elementos separados que no compiten entre sí y que con un mínimo de energía gráfica nos indican las opciones que tenemos. Puede haber quien lo llame arte mínimo, pero también es eficacia máxima.
Fuente: Introducción a la tipografía de la Universidad de Londres