Mercurio

Es el planeta más próximo al Sol, el más pequeño de los planetas sólidos o terrestres. Mercurio dista del Sol 58 millones de km. en promedio, pero su órbita es muy excéntrica (e=0,2056), por lo cual el planeta en el perihelio se acerca hasta 46 millones de km. y en el afelio se aleja hasta 69,8 millones de km. Realiza una vuelta completa en casi ochenta y ocho días y su órbita está inclinada unos 7 grados con respecto a la de la Tierra. En años pasados no se conocía el correcto valor del día de Mercurio.

Las dimensiones de Mercurio son de aproximadamente 2/3 inferiores a las de Marte. El planeta tiene un diámetro de 4.880 km.; pero su masa de 3,30 por 10 elevado a 23 kg. es casi la mitad de la del planeta rojo, lo que indica que su densidad es muy elevada: las medidas indican una densdad completamente análoga a la terrestre, 5,42 g/cm3, haciendo suponer un elevado porcentaje de hierro en la composición interior del planeta.

Su extrema proximidad al Sol y el hecho de que, en la práctica, no posee una atmósfera (ha sido medida una que a nivel del suelo es un billón de veces inferior a la terrestre) le hacen experimentar a este mundo infernal las más elevadas variaciones térmicas existentes en un planeta.

Forma parte de los denominados planetas interiores o rocosos y carece de satélites. Se conocía muy poco sobre su superficie hasta que fue enviada la sonda planetaria Mariner 10 y se hicieron observaciones con radares y radiotelescopios. Antiguamente se pensaba que Mercurio siempre presentaba la misma cara al Sol, situación similar al caso de la Luna con la Tierra; es decir, que su periodo de rotación era igual a su periodo de traslación, ambos de 88 días.

Al ser un planeta cuya órbita es inferior a la de la Tierra, Mercurio periódicamente pasa delante del Sol, fenómeno que se denomina tránsito astronómico Observaciones de su órbita a través de muchos años demostraron que el perihelio gira 43″ de arco más por siglo de lo predicho por la mecánica clásica de Newton. Esta discrepancia llevó a un astrónomo francés, Urbain Le Verrier, a pensar que existía un planeta aún más cerca del Sol, al cual llamaronVulcano, que perturbaba la órbita de Mercurio.