Éter

Hacia finales del siglo XVIII, con el descubrimiento de la naturaleza ondulatoria de la luz, se pensó que así como las ondas sonorasnecesitan de un medio, el aire, para propagarse, también las ondas luminosas se transmitirían gracias a un medio que fue denominado «éter cósmico».

Como nadie había logrado demostrar su existencia, se le atribuía propiedades excepcionales: llena todo el espacio, es absolutamente transparente a la vista, carente de peso y de roce, condición esta última necesaria porque, de lo contrario, loscuerpos celestes habrían sufrido impedimentos al moverse a través del eter.

Correspondió al genio de Einstein «tirar por la ventana al viejo y superadoéter», como escribió el físico George Gamow, y sustituirlo con el concepto más amplio de campo electromagnético, al cual atribuyó una realidad física.

La luz, como las otras radiaciones del espectro, no es otra cosa que una vibración del campo electromagnético y no hay necesidad de recurrir a ningún medio para explicar su propagación.

La palabra éter ha permanecido, sin embargo, en uso.

Aún hoy se suele leer, por ejemplo, transmisiones por cable y transmisiones por éter: se trata de un uso inadecuado, útil sólo para distinguir dos tipos diferentes de canalización de una señal.