La higiene durante la cosecha

La transición entre las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) se presenta al momento en que la fruta es desprendida de la planta.

La contaminación microbiana puede ocurrir fácilmente durante la cosecha, por malas prácticas de higiene, y puede ser introducida por trabajadores, por agentes patógenos del suelo, por el equipo sucio, porque la fruta se manipuló inadecuadamente, por los contenedores en el campo o por los vehículos de transporte.

La clave del éxito, entonces, está en prevenir la contaminación. Por esta razón, deben fijarse las normas de higiene que deben seguirse durante la cosecha y el transporte de la fruta.

En caso de proveedores externos (socios y otros), cada empresa deberá elaborar sus propias directrices, con especificaciones sobre el cultivo y el transporte. Este documento se deberá entregar a todos los proveedores de frutas y su cumplimiento será obligatorio. La aplicación del procedimiento de higiene tiene carácter obligatorio durante la cosecha y manipulación de la fruta.

Es responsabilidad de cada productor(a) o empresa:

– Asegurar el cumplimiento de este procedimiento durante las operaciones de cosecha y transporte.

– Vigilar que este procedimiento se cumpla en todas las fincas.

– Los trabajadores que están en las áreas de cosecha DEBEN notificar a su encargado sobre el padecimiento de cualquier enfermedad contagiosa, cortadura o lesión sangrante o supurante.

– Capacitar a todo el personal, propio o subcontratado, que trabaja en la cosecha, en todo lo relacionado con las normas de higiene, antes de que esos trabajadores lleguen a desempeñar la mencionada labor.

– Proporcionar los medios necesarios para lograr el fiel cumplimiento de este procedimiento.

– Contar con un plan de muestreo para el control microbiológico del producto en caso de sospecha; y exigir a los proveedores el cumplimiento de un plan de muestreo aleatorio, para valorar la existencia de una posible contaminación, e investigar la presencia de coliformes fecales y agentes patógenos.

Fuente: Ministerio de Agricultura y Ganadería.