Mantenimiento del equipo de protección personal

Los EPP tienen un costo elevado, por eso se debe aprovechar al máximo su vida útil. Un programa de mantenimiento implica no solo limpiar los equipos, sino examinarlos cuidadosamente y desechar los que presenten dudas. También significa establecer los procedimientos que se van a seguir para reponer las partes defectuosas y tener la certeza de que se está empleando equipo seguro.

Corresponde al trabajador seguir las siguientes indicaciones:

Lavar diariamente el uniforme que se usa (en lavadora) y secarlo de manera natural, para ahorrar energía, si el clima lo permite (si no, deberá secarse mecánicamente).

– Al finalizar la labor, lavar guantes y botas con jabón, y colocarlos en los sitios asignados.

– Dar mantenimiento a los respiradores.

– Lavarlos con agua y jabón suave después de cada aplicación.

– Reemplazar los dañados.

– Reemplazar los filtros de carbón (cuando haya resistencia al paso del aire, olores, se vean deteriorados, o cada cuatro semanas).

– Revisar los respiradores cada vez que se va a hacer una aplicación.

– Verificar que las válvulas de inhalación y exhalación estén en buen estado, lo mismo que los empaques y el arnés (hacer la prueba de inhalación y exhalación con los filtros puestos para comprobar que no pasen los olores externos).

– Revisar o cambiar las válvulas. Las válvulas se deben cambiar cada vez que pierdan su forma.

– Cambiar el arnés cuando haya perdido su elasticidad y no dé el ajuste necesario.

– Colocar los filtros de los respiradores en una bolsa plástica cerrada, una vez finalizadas las labores del día para evitar su deterioro. Estos filtros tienen carbón activado en su interior para evitar el paso de olores y vapores. Si se mojan, deben desecharse.

– Cuando se utilicen mascarillas desechables, se deben reemplazar diariamente.

Fuente: Ministerio de Agricultura y Ganadería.