Planeación de las actividades

  • Diseño de Objetivos.
  • Planes de contingencia.

El tiempo para planear, prever contingencias y pensar en oportunidades a menudo brilla por su ausencia, es exprimido por la sobrecarga diaria o se diluye en actividades más rutinarias.

Si se prevé lo inesperado se evitan desagradables sorpresas y se tiene la capacidad de mantenerse dueños de la situación. Para esto es indispensable Planear nuestras actividades, a fin de optimizar lo más posible el tiempo del que disponemos.

Tener los objetivos por escrito y revisarlos periódicamente (por ejemplo: diariamente, una vez a la semana, o tan siquiera cada mes), es fundamental para no perder la orientación y no malgastar tiempo y energías en cosas secundarias o en actividades innecesarias.

Puedo realizar una planificación eficaz si:

  • Reviso mis metas y establezco tareas diarias específicas.
  • Determino el tiempo que tomará realizar cada tarea.
  • Anticipo los obstáculos a los que me enfrentaré.
  • Organizo mis tareas por orden de prioridad.

Para establecer mis metas de una manera adecuada es necesario que:

  • Estén en línea con mis valores.
  • Sean de tiempo definido.
  • Estén definidas clara y específicamente.
  • Sean completamente mías.
  • Sean realistas.