Propiedades y requerimientos de las aguas de procesamiento
El agua que entra a una fábrica de procesamiento, debe cumplir con las Normas del Servicio de Salubridad Pública de los Estados Unidos para el agua potable. Además de las normas químicas que debe satisfacer, esta agua tiene que estar libre de contaminación con aguas negras, organismos patogénicos, y otros de origen intestinal.
Las normas exigen que el agua contenga menos de 2.2 organismos coliformes (valor estadístico) por 100 ml. Los organismos coliformes del tipo en que se basa la prueba no son en sí patogénicos, sino que funcionan como un índice efectivo de la posible contaminación por aguas negras que, si estuvieran presente, podría incluir muchos tipos de organismos patógenos para los humanos.
El agua de este tipo proveniente de abastecimientos municipales o pozos privados, que satisfacen las Normas de Salubridad Pública Estadounidense para el agua potable, como se indicó en capítulos anteriores, tal vez no sea adecuada para algunos usos en el procesamiento de alimentos.
En cambio, se puede utilizar como un medio intercambiador de calor para condensar vapores de un evaporador, para calentar alimentos enlatados en una autoclave, o para preenfriar concentrado de naranja en camino hacia el congelador.
Al salir de estas operaciones, el agua tal vez esté todavía perfectamente adecuada para otros usos en la planta sin que se le vuelva a purificar; por ejemplo, para la limpieza y transporte de frutas y hortalizas, o para el aseo de las instalaciones.
Esta recirculación del agua dentro de la fábrica reduce el costo de su consumo, disminuye el volumen del agua de desperdicio, y constituye un elemento importante de la operación eficiente.
Fuente: Apuntes de Taller de Frutas y Hortalizas de la UNIDEG