Grosellas rojas
Las grosellas rojas tienen menor importancia para la elaboración de mermelada, porque la demanda de esta variedad es muy limitada.
El gusto y sabor picante de las bayas las hacen muy indicadas para la elaboración de una jalea excelente, y son también muy apropiadas para las mezclas de mermelada.
Con frecuencia las grosellas rojas se conservan en tarros o enlatadas juntamente con las frambuesas, formando un empaque mixto.
Las variedades comerciales son: Laxton’s n.° 1, Earliest de Fourlands, Fay’s Prolific, Laxton’s Perfection, Rabey’s Castle y Wilson’s Long Bunch.
Para eliminar los pedúnculos a estas bayas se aplican las mismas reglas que se marcaron para las grosellas negras.
El fruto debe estar perfectamente seco y en muy buenas condiciones, porque de otro modo el desperdicio que se origina durante la eliminación mecánica de los pedúnculos puede ser muy considerable.
Al igual que en las grosellas negras, el desperdicio puede reducirse considerablemente si con anterioridad a la eliminación de los pedúnculos se someten las grosellas rojas a una congelación rápida.
No es necesario eliminar el pedúnculo a las grosellas rojas para hacer jalea; se cuecen con sus tallos y, a continuación, se prensan y filtran. Lo mismo se aplica en el caso de que se tamicen.