Uva espina
Esta fruta tiene algunas propiedades muy delicadas que la hacen muy apropiada para la elaboración de mermelada.
Aunque con vistas al mercado se clasifican de acuerdo con el tamaño, para la elaboración de mermelada las consideraciones principales a tener en cuenta son el grado de madurez, color y sabor.
Las mejores variedades para conservar son: Careless, Keepsake, Leveller, de maduración roja, Whinham’s Industry y la Lancashire Lad. Las dos variedades primeras se prefieren a todas las otras para conservar en tarros y enlatadas.
Las uvas espinas destinadas a enlatar y a elaborar mermelada deben recolectarse cuando tienen un color verde pálido. El contenido en pectina decrece rápidamente cuando se alcanza la madurez. Las grosellas maduras tienen también la piel dura, que pierde color durante el tratamiento.
Las uvas espinas destinadas a conservarse para ulteriores aplicaciones se empacan actualmente en sacos especiales de yute conteniendo unos 18 kilogramos o también pueden usarse cestos y canastas.
Después de llegar a la fábrica el fruto tiene que ser desmochado y hay que sacarle el pedúnculo; se realiza con una máquina especial que combina las tres operaciones de desmochar, supresión del pedúnculo y lavado. Después de salir de la máquina las uvas espinas se cuecen hasta su ablanda miento.
Fuente: Apuntes de Taller de Frutas y Hortalizas de la UNIDEG