Clasificación de las cuentas de orden

Teniendo por base los cuatro casos concretos en que deben establecerse cuentas de orden, para su presentación en el Balance general, se clasifican:

Valores ajenos
Valores contingentes. Cuentas de registro
Valores ajenos. A este grupo lo forma el importe total de los valores y bienes ajenos que se reciben.
Valores contingentes. A este grupo lo forma el importe total de los derechos y obligaciones contingentes, así como la emisión de obligaciones.

Cuentas de registro. A este grupo lo forma el importe total de las operaciones, las cuales, ya asentadas, su registro se duplica con fines de control desde un punto de vista distinto. Para facilitar su movimiento e interpretación, las cuentas de orden se clasifican teniendo por base las mismas reglas que rigen a las cuentas de activo, pasivo y capital; de lo anterior, resultan los siguientes grupos:

– Cuentas de orden activo
– Cuentas de orden pasivo
– Cuentas de orden de resultados deudores (egresos) Cuentas de orden de resultados acreedores (ingresos)

Nomenclatura de las cuentas de orden. Los nombres, o títulos de las cuentas de orden deben dar una idea clara y precisa de las operaciones que en ellas se registran, con el fin de interpretar fácilmente su objeto y movimiento.

Teniendo en consideración que las cuentas de orden se llevan con arreglo al sistema de contabilidad por partida doble, invariablemente se deben establecer en grupos de dos, de las cuales la primera es deudora, y la segunda, acreedora.

El nombre que se asigne a la cuenta de orden deudora debe ser distinto del de la acreedora, pero semejantes entre sí; ejemplos: Mercancías en comisión y Consignaciones recibidas; Documentos endosados y Endoso de documentos; Documentos descontados y Descuento de documentos. También se acostumbra asignar a la cuenta de orden acreedora el mismo nombre que el de la deudora, pero posponiéndole la palabra «contra»; ejemplos: Mercancías en comisión y Mercancías en comisión, «contra»; Documentos endosados y Documentos endosados, «contra»; Documentos descontados y Documentos descontados, «contra». Otra forma consiste en agregar al nombre de la cuenta de orden deudora al palabra «debe», y a la acreedora, la palabra «haber»; ejemplos: Mercancías en comisión, «debe», y Mercancías en comisión, «haber»; Documentos endosados, «debe», y Documentos endosados, «haber», etcétera.

Movimiento de las cuentas de orden. Debido a que se establecen en grupos de dos, de las cuales la primera es deudora, y la segunda, acreedora, su movimiento es compensado y sus saldos iguales, aunque de naturaleza contraria, o sea, uno deudor y el de la correlativa o contracuenta acreedor.

Existen dos procedimientos para registrar el movimiento de las cuentas de orden: Directo o paralelo y Cruzado

Movimiento directo o paralelo. El movimiento de las cuentas de orden es directo o paralelo cuando en un asiento, tanto la cuenta deudora como la acreedora, son de orden, sin intervenir cuentas de balance.

Movimiento cruzado. El movimiento de las cuentas de orden es cruzado cuando en un asiento intervienen, como deudora, una cuenta de orden, y como acreedora, una de balance o de resultados; y cuando en otro asiento aparezca como acreedora una cuenta de orden, y como deudora, una de balance o de resultados. Después del segundo asiento, las cuentas de orden deberán arrojar saldos iguales.

Presentación de las cuentas de orden en el balance. Generalmente, se presentan las cuentas de orden al calce del Balance general, o sea, debajo de la suma del activo y la del pasivo más el capital; indicando las de saldo deudor, no así las acreedoras, debido a que su movimiento es compensado y sus saldos numéricamente iguales.

Fuente: Apuntes de Contabilidad II de la Unideg