Características de la levadura fresca
La levadura fresca presenta las siguientes características:
– Al desenvolverla, el papel se desprende fácilmente.
– Presenta un agradable olor a fermentado, no hay olores extraños.
– El color de la superficie es gris cremoso.
– Al rascar la superficie con una uña, ésta es lisa pero pegajosa; produce ondulaciones.
– Al romper un bloque de ésta, el rompimiento es disparejo.
– Se disuelve en agua fácilmente y sin residuos.
– La superficie es lisa.
Una levadura de cuatro-ocho semanas almacenada con acceso al aire, nos mostrará las siguientes características:
– Al desenvolverla el papel se desprende con dificultad; se le pegan pedazos pequeños de levadura.
– Presenta olor agrio y desagradable.
– El color de la superficie es gris y con manchas café.
– Al rascarlo con una uña se desprenden pedazos pequeños de levadura.
– Al romperla se desmorona en trozos pequeños.
– Con dificultad se disuelve en agua, presenta residuos.
– La superficie está agrietada y seca.
Una levadura de cuatro-ocho semanas almacenada sin acceso al aire presentará las siguientes características:
– Al desenvolverla el papel se pega a la levadura; y se queda pegada una película en el papel.
– El olor es más o menos pútrido.
– El color de la superficie es muy gris.
– Al rascar la superficie con una uña permanecen hendiduras lisas.
– Al tratar de romperla se extiende como hule hasta que se rompe.
– Se disuelve en agua con facilidad y sin residuo.
Almacenamiento recomendado
El almacenamiento de la levadura es muy importante y se deberán seguir las siguientes lineamientos:
– Almacene en un cuarto frío, la mejor temperatura estará entre 4 y 7ºC. Esto es para prevenir que la levadura se seque rápidamente, y para reducir la velocidad de la “autólisis”.
– Almacene en un ambiente seco y bien ventilado, para prevenir que la levadura no se hongueé y se pudra rápidamente.
– Almacene en un cuarto protegido de olores extraños, para prevenir que estos se transmitan a los panes.
Fuente: Secretaría de Economía de México