El sistema relacional

La familia puede ser estudiada desde distintas perspectivas valórica, sociológica, demográfica, antropológica, psicológica. Se la considera «el núcleo básico de la sociedad o una «unidad biopsicosocial integrada por un número variable de personas, ligadas por vínculos de consanguinidad, matrimonio y/o unión estable y que viven en un mismo hogar».

Estas definiciones conciben a la familia como una totalidad o bien aluden a personas que se relacionan entre sí. Dicho de otro modo, se refieren a un «conjunto de personas que establecen relaciones entre sí, en una serie de interacciones reciprocas» o bien a una «organización con un número determinado de componentes en interacción mutua:». Esta definición corresponde al concepto central de lo que se llama un sistema relacional.

Hay que entender aquí que la descripción de la interacción familiar basada en el concepto de sistema relacional no se refiere a un determinado conjunto de personas (por ejemplo, la familia «nuclear«, de padres e hijos, o la familia «extendida», que incluye a varias generaciones).

La idea apunta, más bien , a señalar las relaciones específicas que se construyen entre los miembros de una familia, cualquiera sean los integrantes que formen parte de esas relaciones.

Las relaciones familiares son singulares y se advierten en las pautas de interacción que se dan en forma recurrente en el tiempo. Por tanto es posible hablar de una familia en términos de la forma particular de relacionarse de sus miembros, construida, estabilizada y desarrollada a través del tiempo. Dicho de otro modo, la familia, como grupo natural, elabora en el curso del tiempo pautas de interacción que constituyen su estructura, la cual rige el funcionamiento de sus miembros, facilita la interacción recíproca y define una gama de conductas posibles.

Por otra parte la familia es un sistema social abierto, en constante interacción con el medio natural, cultural y social; conforma un microgrupo, en el cual existen dimensiones biológicas, psicológicas y sociales de alta relevancia en la determinación del estado de salud o enfermedad de sus componentes.

En ese sentido, frente al problema clínico de una determinada persona no es suficiente que sea entendido como un fenómeno individual e interno, sino que los problemas de las personas pueden ser entendidos en conjunto con su contexto relacional y en un determinado contexto social.

Fuente: Manual de pediatría por el Dr. Eduardo Carrasco Bertrand de la escuela.med.puc.cl