Educación creativa
Deben diseñarse prácticas educativas eficientes que venzan los retos educativos del nuevo milenio: estimular la inteligencia creativa y crítica, dentro y fuera del aula. Se sugiere modular el análisis, la síntesis y la imaginación por medio del afinamiento progresivo de la capacidad narrativa, expositiva y descriptiva.
La educación debe estimular el cultivo de la inteligencia, no como fin, sino como un medio para perfeccionar la democracia. Debe estimularse el cultivo de la inteligencia por medio del afinamiento progresivo de la triple capacidad humana del análisis, la síntesis y la imaginación, aplicables a todas y cada una de las asignaturas y las actividades de la escuela y de la comunidad.
Es necesario un proceso pedagógico que decida asumir el análisis como una opción de la lectura crítica, la síntesis como una opción de escritura creativa y la imaginación como eje y horizonte de ambas tareas. El diseño estratégico de tal proceso es predominantemente social, pero la responsabilidad en su cumplimiento táctico es individual.
Deben diseñarse prácticas educativas eficientes que venzan los retos educativos del nuevo milenio. Implica estimular la inteligencia creativa y crítica, dentro y fuera del aula, en virtud de lo cual se sugiere modular el análisis, la síntesis y la imaginación por medio del afinamiento progresivo de la capacidad narrativa, expositiva y descriptiva.
Se trata de un proceso dialéctico que busca armonizar la impresión con la expresión, e intenta la coexistencia con otros planteamientos didácticos. La impresión es un proceso que lleva al mundo de afuera a nuestra intimidad; la expresión la fuerza que lleva nuestra intimidad al mundo externo. Por medio de un fluir progresivo y ameno de ejemplos y ejercicios, ambas fuerzas sincronizadas guían la creatividad y la criticidad. La democracia en su proceso de perfectibilidad necesita la participación creativa y crítica de individuos y pueblos.
La habilidad expositiva y narrativa ayuda a enfocar y proyectar la realidad, porque de manera natural favorece el fluido de razonamientos, emociones y deseos, con el ánimo de orientar, modificar o reafirmar conocimientos, actitudes y prácticas individuales o colectivas. La aspiración de trenzar el lenguaje atraviesa el horizonte del poder. Es necesario que el lenguaje, oral y escrito, audiovisual e icónico, sea cultivado y apreciado en talleres específicos. Esto despertará la inteligencia creativa y crítica, permitirá que el educando asuma e interiorice cada tarea, y, sobre esa base, gire sugerencias para filtrarla y pulirla.
Así se irá reconociendo y ensayando los hilos y los nexos del texto, por medio de la imitación adaptación e invención de relatos, explicaciones y descripciones que ilustren además los intereses de la diversas áreas de nuestra instancia académica y de nuestra comunidad. La observación de la vida cotidiana, el pulso de las actualidades y el contacto con autores excelentes proporcionan ejercicios para modular tres técnicas de la inteligencia: análisis, síntesis, imaginación. El procedimiento busca estimular la creatividad y criticidad por medio de secuencia, ejemplos y ejercicios conceptuales y sensoriales.
La nueva escuela debe examinarse desde la perspectiva creativa y crítica del lenguaje, nivel armonizable con la investigación, la planificación y la teoría.
Esta propuesta se apoya en cinco supuestos:
l. Como individuos integramos una especie cuya capacidad evolutiva de inteligencia nos ha permitido sobrevivir.
2. Se supone un contexto al margen de catástrofes naturales, accidentes tecnológicos, guerras y otras situaciones extremas.
3. Como escuela sólo tiene profesorado y alumnado, administración y textos oficiales, aulas y la comunidad circunvecina. Esto es, sólo se cuenta con el equipo humano indispensable, la infraestructura mínima y el fluir de la vida cotidiana.
4. Como recursos adicionales sólo se tiene acceso a los materiales de desecho y a los materiales provenientes de los medios de información.En cuanto a la tecnología, si la hubiere, habría que adaptarla a las dimensiones humanas sin ser víctimas del fetichismo a la adicción. Tecnología en función humana y no a la inversa. Hay que poner énfasis en la inteligencia natural más que en la llamada inteligencia artificial.
5. Un eje vertebral de acción-reflexión que impulse la participación y cooperación de cada miembro del aula en el ámbito interno y del aula respecto de la comunidad en el ámbito externo. En resumen, se pretende optimizar lo que se tiene e intentar convertir las limitaciones en estímulos creativos sin dejar de ser exigentes.
La humanidad ha interiorizado una manera sinóptica, atractiva y veloz de presentar la información a partir de un elemento, situación o concepto al cual los teóricos de la dramaturgia llaman el «incidente desencadenante». Se le llama así a la situación que, al comienzo de la historia, enciende la chispa y la conduce hacia determinado objetivo. El proceso educativo necesita de un concepto desencadenante para afluir de manera atractiva hacia el cumplimiento de ciertas metas. De allí que la teoría del Cerebro Triple de Carl Sagan sea el concepto desencadenante de una práctica educativa orientada hacia la creatividad y la criticidad desde la comunidad del aula. Esta teoría es aplicable a todo tipo de comunicación, incluyendo la educativa.
Autor: Sergio Román Armendáriz
Costa Rica. Catedrático de la Universidad de Costa Rica