Interconsulta a otros profesionales

Interconsulta a Psicología: El diagnóstico de retardo mental requiere de un alto grado de certeza, dado el impacto que produce en la familia y por la repercusión que tiene sobre la vida futura del niño. El psicólogo esta en condiciones óptimas para realizar evaluaciones psicomotrices y para evaluar problemas psico-orgánicos y aspectos emocionales del niño.

Interconsulta a Psiquiatría: El psiquiatra se encarga del diagnóstico de problemas emocionales, tanto del niño como del grupo familiar.

Interconsulta a otros especialistas: Según el tipo de compromiso o daño son frecuentes la colaboración de: neurólogos, fonoaudiólogos, oftalmólogos, terapeutas ocupacionales, asistentes sociales, fisiatras, ortopedistas, etc. La interconsulta al genetista es de gran importancia dada la alta frecuencia de retardo mental en cuadros genéticos de base.

La electroencefalografía sólo se debe hacer si se plantea el diagnóstico o el tratamiento de una epilepsia.

Omisión o tardanza en el diagnóstico: De un sinnúmero de errores que se cometen, vale la pena analizar los siguientes:

1. Falta de una buena anamnesis del desarrollo psicomotor: esto sucede frecuentemente cuando el niño es visto solamente en relación a patologías.

2. Se hiperdimensionan factores como sobreprotección, patrones familiares, patrones culturales o factores emocionales.

3. Se sobreestima la variación normal.

Fuente: Manual de pediatría por el Dr. Luis Schlack de la escuela.med.puc.cl