Breve historia de la educación ambiental
La educación ambiental fue parte integral de la educación y la cultura general durante muchos siglos y quizá milenios, ya que la vida cotidiana era regida por las leyes de la naturaleza y el conocimiento de plantas, animales, ciclos de la agricultura, ciclos de la luna, del sol y las estrellas eran básicos para asegurar la sobrevivencia, y aunque la propia presencia del ser humano y de sus actividades implican un impacto sobre la naturaleza, éste siempre fue de una dimensión de recuperación propia.
Al desarrollarse cada vez más la tecnología, comenzó a darse un alejamiento cotidiano respecto de la naturaleza, hasta llegar al punto de causar un daño ambiental de tal magnitud, que ya la naturaleza perdió la capacidad de recuperación propia.
Estos efectos de impacto ambiental importante comenzaron a detectarse a partir de los sesenta sin embargo, no fue sino hasta 1972 que se llevó a cabo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, en Estocolmo, Suecia, que dio origen al PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente).
A raíz de esta conferencia se reconoció la importancia de la educación ambiental y, en 1977, se celebró la primera Conferencia Intergubernamental de Educación Ambiental en Tibilisi, en la ex-Unión Soviética.
A partir de la Conferencia de Tibilisi, la educación ambiental comenzó a integrarse en la educación formal y no formal de muchos países.
En el caso de América Latina, y específicamente de México, la educación ambiental ha tenido un proceso lento en su desarrollo y poco a poco se ha ido integrando a los procesos del desarrollo social y político del país.
Sin embargo, ha habido grandes avances a partir de mediados de los años ochenta, cuando comenzó a integrarse la educación ambiental en los programas gubernamentales y no gubernamentales.
En 1992, se llevó a cabo la Cumbre de la Tierra y el tema de educación ambiental quedó formalizado dentro de la Agenda 21 en el capítulo 36. A partir de ésta se llevaron a cabo la Primera Reunión Iberoamericana de Educación Ambiental, en Guadalajara en 1992 y, posteriormente, en 1997, la segunda reunión, las cuales han logrado reunir las estrategias de educación ambiental en México y América Latina.
En el ámbito norteamericano se firmó en 1992 el Memorándum de Entendimiento en Materia de Educación Ambiental entre México, Estados Unidos y Canadá, con lo cualse inició un proyecto trinacional en este sentido.
También en el ámbito Norteamericano, el trabajo de la Noaaee (Asociación Norteamericana de Educadores Ambientales), ha logrado establecer una comunicación entre los educadores ambientales para fortalecer el proceso de educación ambiental en los tres países.
El desarrollo de otros proyectos visionarios que han ayudado a incrementar la conciencia ambiental en Norteamérica, han sido el proyecto de Biosfera 2 en Arizona, La Biosphere y el Biodomo en Montreal, además de varios parques ecológicos, acuarios y zoológicos que han integrado el concepto ambiental dentro de sus programas y exposiciones.
Otro punto importante de avance fue la firma o el convenio paralelo al TLC(Tratado de Libre Comercio) en materia de cooperación ambiental, que abrió las puertas para facilitar el flujo de información ambiental y ha impulsado la creación de proyectos en materia de capacitación para el desarrollo sustentable.